León, Gto., El Ayuntamiento de esta ciudad solicitará una investigación a fondo sobre los cinco trabajadores del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) que murieron intoxicados en el Módulo de Desbaste de la Planta de Tratamiento y la comparecencia del director, Enrique de Haro Maldonado, anunció la regidora de Morena, Gabriela Echeverría González.

A las 21:00 horas del viernes 13 de noviembre, cinco trabajadores de SAPAL fallecieron intoxicados con ácido sulfhídrico, de acuerdo con las versiones del propio organismo y de la Fiscalía General del Estado (FGE).

El SAPAL tenía dos meses manipulando las instalaciones porque, desde el 22 de septiembre pasado, no renovó la concesión a ECOSYS III, empresa que durante 20 años operó la planta de tratamiento.

“Es lamentable la muerte de estos chicos, urge que SAPAL que aclare los detalles del accidente”, señaló la regidora.

Anunció que solicitará ante el Ayuntamiento que se realice una investigación para que se deslinden las responsabilidades administrativas, civiles o penales a los directivos y miembros del Consejo de SAPAL, en caso de existir.

Es apremiante que la dirección del organismo y el Consejo —encabezado por su presidente Jorge Ramírez Hernández— rinda un informe ante el cabildo, sostuvo.

“Esperamos que la contraloría haga una investigación imparcial porque sabemos que son paleros porque son del mismo color”, exigió.

Desde el momento que SAPAL asumió el control de la planta de tratamiento debieron capacitar al personal e implementar protocolos de seguridad, consideró.

A tres días del accidente, lamentó que el director, ni el presidente del Consejo de SAPAL informen sobre la situación a miembros del cabildo, quienes se han informado a través de los medios de comunicación.

“Si alguien tiene que renunciar, ya lo debería de estar haciendo”, exigió Echeverría González.

En un comunicado, el SAPAL afirmó que no encontraron fallas en las instalaciones, pero detectaron concentraciones de ácido sulfhídrico al aire libre.

“Es importante considerar que es común la formación de ácido sulfhídrico en el medio ambiente de las plantas de tratamiento de aguas residuales”, argumentó.

“Se realizó la revisión de las condiciones de las instalaciones de dosificación del químico, no encontrando ninguna anomalía, tanto en tanque de almacenamiento, tuberías de distribución y equipo de dosificación”, aseveró.

El SAPAL no renovó la concesión a ECOSYS III, a raíz de que la empresa denunció que el organismo permitía que los curtidores descargaran “aguas residuales de calidades diferentes a las acordadas, integrándose en éstas, arenas, basura, recortes de cuero, sales, sulfuros, amoniaco, cromo, cal, pelambres y grasas, que han perjudicado el equipo mecánico, eléctrico y de proceso de la infraestructura de tratamiento, incluyéndose al propio colector que conduce las aguas residuales”.