Ciudad de México. La fecha FIFA de noviembre provocó que los espacios estelares fueran cedidos al torneo femenil, lo cual deleitó a su creciente número de aficionados con algunos partidos de mucho atractivo. Es notable el avance a pasos agigantados de los equipos de mujeres, sobre todo de los punteros, y tal progreso no puede dejar insensibles a los patrocinadores que poco a poco empiezan a vislumbrar una vitrina muy llamativa.
Tigrillas y Rayadas se trenzaron el sábado en buena lid y hasta maquillaron el errático arbitraje de Lucila Venegas. Hay una rivalidad auténtica. El campeón Monterrey es un equipo de prosapia, la historia del cuadro femenil va casi a la par con la del Tecnológico, al estilo de las universidades de Estados Unidos. Las de la UANL no se rezagan, han hecho buenas contrataciones y ambos clubes son de los que mejor pagan a sus integrantes.
Para las Rayadas había cuentas por saldar y con su triunfo por 2-1 arruinaron la marca de 47 partidos sin derrota de las felinas como locales. Leonardo Cuéllar insiste en que el Chivas-América (juegan este lunes) debe ser, por herencia de la rama varonil, el clásico principal, pero tiene razón Héctor Becerra, estratega de las apodadas Rayaditas, pues si hay un choque sobresaliente en la Liga Mx Femenil es el duelo regio.
Hace un año, luego de alzar el cetro de monarcas, las Rayadas filtraron a la prensa detalles de las condiciones denigrantes en que eran tratadas, con largos traslados en autobús, alimentación chatarra y viajes el mismo día del encuentro porque la directiva quería ahorrarse los hospedajes y comidas. La denuncia surtió efecto: actualmente viajan en avión y las instalan en los mismos hoteles que a los varones.
Por ahora las playeras de los equipos femeniles lucen la misma publicidad que la de los hombres, no obstante, una marca de toallas sanitarias pactó anunciarse con las Rayadas y tal vez no tarde el día en que las casacas de las mujeres se tupan de hologramas y marcas de productos para féminas. Quizá entonces las directivas recapaciten e inviertan sin miedo en el mal llamado juego del hombre
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Le queda una fecha a la Liga femenil y además de los equipos de La Sultana del Norte, entre los aspirantes no podían faltar Chivas, América, Atlas (que da la cara por esa institución), Pumas y Tuzas. La sorpresa son las queretanas, bajo la batuta de la estratega Carla Rossi, quien ante la falta de pólvora, sin delanteras de peso, ha hecho de la defensa su mejor arma... Por fortuna la Federación no se inventó una repesca para ellas.
El ensayo del Tri ante Corea del Sur dejó sabor agridulce por el hecho de que México no progresa, desperdicia infinidad de ocasiones ante el marco rival, para colmo la defensa lució demasiado frágil y al rival le bastaron descolgadas veloces para hacer daño. Siempre se incurre en el pecado de sobrevalorar a ciertos jugadores, de cifrar esperanzas desmesuradas en unos cuantos elementos.
Jesús Corona, Hirving Lozano y Raúl Jiménez ilusionan porque despuntan en sus respectivos clubes, pero ante una Sudcorea golpeada por el Covid, les entró el síndrome de Messi –una cosa es el equipo de todos los días y otra su selección–. Fallaron hasta cansarse e inspiraron infinidad de memes porque es mejor reír que llorar. Mañana ante Japón tendrán la oportunidad de recapitalizar sus bonos.
En las últimas semanas la afición de Tigres reprobó en redes sociales el juego desabrido de su equipo y al estratega Ricardo Ferretti, quien acaba de ser renovado por la directiva que encabeza Alejandro Rodríguez. Es un plantel que domina la fase final, sin embargo, parece que a sus jugadores se les acabó el hambre, están demasiado bien pagados. Son favoritos en la repesca ante los Diablos y casi seguro llegarán a cuartos de final, pero ¿para qué?
Puebla hizo más de lo esperado, no obstante, hoy luce como presa a modo del Monterrey, que alista la defensa de su cetro. Más nivelados se presentan los cruces Chivas-Necaxa y Santos-Pachuca. A Eduardo Chofis López le cuelgan toda clase de milagritos, bien dicen: crea fama… Mutuo favor se hicieron la Sub-23 y Cruz Azul en partido de ensayo que ganaron los cementeros.