Río de Janeiro. Los brasileños acudieron a las urnas este domingo para elegir alcaldes y concejales en las más de cinco mil 500 ciudades del país, en la primera elección desde que el presidente derechista Jair Bolsonaro fue electo en 2018.
Las principales disputas se dan en Sao Paulo —el mayor colegio electoral del país— y Río de Janeiro. Pese a que se trata de una elección municipal, los resultados pueden tener impacto en la carrera hacia la elección presidencial de 2022. Una performance pobre de candidatos indicados por Bolsonaro exhibiría flaqueza del presidente, quien probablemente intentará ser reelegido, según analistas consultados por The Associated Press.
Muchos brasileños acudieron a escuelas y otros centros de votación con máscaras y con sus propias lapiceras en las manos, siguiendo las recomendaciones sanitarias del Tribunal Superior Electoral para evitar la propagación del coronavirus.
Casi 148 millones están habilitados para sufragar, según datos del tribunal electoral. El voto es obligatorio para los ciudadanos entre 18 y 70 años, mientras que están eximidos los mayores de esa edad y los jóvenes entre 16 y 18, cuyo voto también es facultativo.
Bolsonaro, quién no está afiliado a ningún partido tras haber abandonado el Partido Social Liberal (PSL) en 2019, había prometido que no se involucraría en la campaña, pero en las últimas semanas hizo un tibio proselitismo en redes sociales por una decena de candidatos a alcalde y también a concejales. Mostró carteles de diversos candidatos y dijo el lunes, en una de sus últimas transmisiones, que buscaba “dar una pequeña fuerza” a sus elegidos.
Para el presidente brasileño las elecciones municipales significan una oportunidad perdida, opinó Bruno Carazza, profesor de derecho económico en la escuela de negocios Ibmec.
“Tenía todo para hacer de estas elecciones una gran difusión de simpatizantes por Brasil. Con su forma errática de lidiar, el abandono del PSL y el anuncio frustrado de la creación de su partido, perdió la oportunidad de ser el gran arrastrador de votos y preparar el terreno para las elecciones de 2022”, dijo Carazza a la AP.
En Sao Paulo, el actual alcalde Bruno Covas (Partido de la Social Democracia Brasileña) llegaba a las urnas como favorito mientras el presentador televisivo y diputado federal Celso Russomanno (Partido Republicanos), bendecido por Bolsonaro, disputaba un lugar en la segunda vuelta con el izquierdista Guilherme Boulos (Partido Socialismo y Libertad), según varios sondeos publicados en la prensa local los últimos días.
Covas es el candidato del gobernador paulista Joao Doria, un adversario político de Bolsonaro y probable candidato a presidente en 2022.
En Río, el exalcalde Eduardo Paes, del centrista Demócratas, aparecía como favorito para disputar la segunda vuelta, mientras el actual alcalde, el pastor evangélico Marcelo Crivella, candidato de Bolsonaro, peleaba por el otro lugar.
En las ciudades de más de 200 mil habitantes en que ningún candidato a alcalde supere el 50% de los votos válidos, habrá una segunda vuelta el 29 de noviembre entre los dos más votados. Los preferidos de Bolsonaro en Sao Paulo y Río se preparaban para enfrentar dificultades para garantizar un lugar en la segunda vuelta, de acuerdo con sondeos publicados por la prensa local las últimas semanas.