Ciudad de México. La madrugada del 27 de septiembre de 2014, los estudiantes que se refugiaron en la clínica Cristina, en Iguala, fueron encañonados mientras permanecían sentados o en cuclillas en uno de los pasillos del nosocomio, y así el militar que iba al mando de un grupo de soldados les gritó: digan sus nombres verdaderos porque si no, no los van a hallar
, era el capitán José Martínez Crespo, detenido por estar presuntamente involucrado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El militar en retiro enfrenta los cargos de desaparición forzada y delincuencia organizada, la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusa de colaborar con el cártel Guerreros Unidos, luego de que se encontraron elementos que lo vinculan directamente con Sidronio Casarrubias Salgado, uno de los líderes de dicho cártel y con el ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca.
Martínez Crespo fue ingresado a la prisión que se localiza dentro del Campo Militar número 1, en la Ciudad de México, pero a disposición de un juez federal, ya que los cargos, explicaron autoridades, fueron formalizados por el Ministerio Público Federal y en todo caso la Fiscalía General de Justicia Militar tendrá que analizar si hubo violaciones a las normas castrenses.
Las fuentes consultadas mencionaron que la imputación en contra de Martínez Crespo es resultado del análisis de los más de 600 tomos que se integraron como parte de la investigación del caso Iguala, los cuales se conformaron durante la administración pasada, y en ellos quedaron registradas parte de las acciones realizadas por Martínez Crespo la noche en que los estudiantes fueron agredidos y posteriormente desaparecidos.
Por medio de redes sociales, un estudiante de la normal de Ayotzinapa y que sobrevivió a la agresión y fue testigo de lo que dijo el capitán, señaló: es el militar que nos encerró en la clínica Cristina en Iguala, aquel que nos decía: cállense, ustedes se lo buscaron... denme sus nombres reales porque si me dan un nombre falso nunca los van a encontrar. #Ayotzinapa #Justicia
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Testimonios que obran en los más de 600 tomos de la investigación realizada por la administración pasada, refieren, por un lado que los soldados que acudieron al hospital Cristina ofrecieron ayudarlos y les pidieron sus nombres.
Sin embargo, los señalamientos de estudiantes contradicen esa versión oficial y sostienen que los militares los amenazaron, les impidieron la atención médica y también evitaron que realizaran llamadas telefónicas a sus familiares ya que los obligaron a dejar sus celulares en un escritorio.
En esos acontecimientos también participaron el teniente Joel Gálvez y el soldado Eduardo Mota, en contra de quienes ya se habían librado órdenes de captura.