Ciudad de México. La economía del país volverá a los niveles observados en diciembre de 2018 hasta dentro de cuatro años, aseguró este viernes Luis Niño de Rivera Lajous, presidente de la Asociación de Bancos de Mexico (ABM).
Durante su participación en el Encuentro Empresarial, que organizó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el directivo de Banco Azteca dijo que “perdimos el año 2019, el 2020 es la catástrofe, y del 2021 a enero del 2025, nos vamos a tardar en regresar a donde estábamos”, apuntó.
Subrayó que es necesario ser consciente que meterle menos del 1 por ciento del producto interno bruto (PIB) a la reactivación económica como lo ha hecho el gobierno, “no es suficiente, todos tenemos que aportar”.
“Si no trabajamos juntos, como no lo hemos hecho hasta ahora, pues vamos a seguir con esta recuperación absolutamente lenta. La perspectiva de 4 años para regresar a donde estábamos es verdaderamente lamentable”, destacó.
Mencionó que se logrará elevando la oferta y la demanda agregada, generando empleos en las micro, medianas y pequeñas empresas y con las personas físicas con actividad empresarial, porque es donde está el 68 por ciento del empleo en el país.
Agregó que también es necesario incrementar las exportaciones con cadenas productivas relacionadas con el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como apoyar los proyectos de infraestructura.
“Los proyectos de infraestructura, llevamos 20 meses discutiendo algo que no ha empezado. Solos no la vamos a librar, todos tenemos que aportar”, puntualizó.
“Hay un elemento más que necesitamos definir, reglas claras y duraderas apego al estado de derecho y definición precisa de dónde quiere invertir la administración pública y dónde quiere que invierta la iniciativa privada. Si eso es consistente tenemos confianza, si no, vamos a seguir igual”, añadió.
Consideró que de todos los empleos perdidos el 80 por ciento está en las mipymes, por lo que es necesario apoyarlas.
Destacó que el crédito no siempre es a solución, pues las personas han aprendido a lo largo de las distintas crisis que la prudencia es lo más importante.
Agregó que el pedir crédito es delicado, pues dicha acción está en función de la capacidad de pago, lo cual debe hallarse entre acreedores y acreditados.
“Nosotros estamos trabajando muy de la mano con la banca de desarrollo, buscando oportunidades de seguir prestando. Pero tenemos que ser igual de prudentes que los acreditados”, dijo.