Ciudad de México. Este sábado, en el día de los trabajadores ferrocarrileros, fue inaugurada en el Archivo General de la Nación (AGN) una placa conmemorativa al luchador social Demetrio Vallejo, en el mismo sitio donde estuvo encarcelado 11 años.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, destacó que Vallejo fue un hombre de principios y convicciones, un dirigente sindical irredento e indoblegable perteneciente a una generación de líderes sindicales que lamentablemente hoy está extinta.
“Demetrio nunca se doblegó, nunca se dobló, por el contrario, con firmeza encaró la represión de la que surgió un charrismo sindical y la persecución autoritaria de un régimen intolerante, soportado en un presidencialismo absoluto y en un partido hegemónico”, dijo este sábado, al cumplirse 110 años del nacimiento de Vallejo.
Resaltó su defensa del derecho de los trabajadores y de sus propias ideas, aun cuando ello le significara ser objeto de represión política y de prisión.
Vallejo nació en el poblado El Espinal, en el Istmo de Tehuantepec, el 6 de noviembre de 1910; perteneció a una familia indígena de origen zapoteca y desde pequeño tuvo la necesidad de trabajar.
Cursó sólo hasta el tercer año de primaria y enseguida se incorporó a trabajar como ‘chícharo’ en la estación del tren en Ixtepec; a los 18 años empezó a trabajar para el ferrocarril del Istmo, donde en 1936 formó la federación de trabajadores del Istmo de Tehuantepec.
Encinas relató que más tarde fue invitado a incorporarse al Partido Comunista de México y comisionado en Coatzacoalcos, Veracruz, donde organizó a los trabajadores de las fábricas de refrescos de las empresas hieleras y de la construcción, por lo que llegó a formar un combativo comité regional de ese partido, plataforma de la creación de la Federación de Trabajadores del Sur de Veracruz, con la participación de todas las secciones petroleras y prácticamente todos los sindicatos de la región.
Sin embargo, destacó el subsecretario, los dogmatismos y contradicciones dentro del Partido Comunista Mexicano provocaron la expulsión de varios militantes, entre estos Vallejo y Valentín Campa, en 1945, pero ello no detuvo su ánimo. Luego ayudó a la creación del Partido Obrero Campesino de México.
En 1958, Vallejo asumió el encargo de secretario general del sindicato ferrocarrilero con el respaldo de 59 mil 758 votos a favor contra solo nueve del candidato oficial.
“Esa era la magnitud del respaldo y la aspiración democrática de los trabajadores ferrocarrileros”, señaló. El triunfo despertó la codicia y preocupación del régimen, por lo que instrumentó una contraofensiva que derivó en el despido de trabajadores, en la represión de los luchadores sociales y en su encarcelamiento.
Demetrio Vallejo y Valentín Campa estuvieron presos durante once años, desde 1959 a 1970, en el llamado palacio negro de Lecumberri, hoy convertido en un sitio de memoria, sede del AGN, “pero también al reivindicar la memoria de quienes fueron perseguidos por pensar diferente y actuar con libertad”.
En la ceremonia se recordó que la demanda de la libertad de los personajes y la derogación de los artículos del código penal que establecía el delito de disolución social, formaron parte del pliego petitorio del movimiento estudiantil de 1968.
Encinas subrayó que a partir de ahora las placas de Campa, José Revueltas y Vallejo conviven de nueva cuenta en este torreón, en el patio del AGN, como referentes indiscutibles d ella lucha sindical y de la cultura de la izquierda en nuestro país.
Recordó que ya en libertad, Vallejo recorrió el país en pro de la unidad sindical, y junto con el ingeniero Heberto Castillo ayudaron a la formación del Partido Mexicano de los Trabajadores, del cual fue secretario de Organización, y desde ahí asesoró al movimiento de los trabajadores de la refresquera Pascual, de la cual surgió una de las cooperativas más importantes del país.
Luego, por diferencias internas, se separa de ese partido y se incorpora al Partido Socialista Unificado de México; en 1985 es electo como diputado federal.
Vallejo falleció el 24 de diciembre de 1985, a causa de un infarto, y no pudo concluir su labor legislativa.
“¡Cuánta falta nos hacen hoy hombres como Demetrio, tanto a los trabajadores, al movimiento obrero y al México de Hoy”, expresó Encinas.