Aquino González, de 52 años de edad, residente de la comunidad de Papalutla, municipio de Copalillo, en los límites entre las regiones Norte y Montaña de Guerrero, era representante indígena en el consejo consultivo del núcleo Guerrero del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El crimen fue cometido por desconocidos que le asestaron dos balazos al ambientalista, uno de ellos en la cabeza, a la entrada del poblado indígena nahua de Papalutla, el pasado 29 de octubre, aunque apenas ayer se dio a conocer.
De acuerdo con una tarjeta informativa de la fiscalía del estado, personal de esta institución encontró cerca del corral de toros una camioneta Toyota modelo Hilux color gris con placas de circulación HC-80-131 de la entidad y en su interior el cuerpo del ecologista.
El occiso presentaba un impacto de proyectil de arma de fuego en la cabeza; en el lugar se localizaron dos casquillos percutidos calibre nueve milímetros. El cuerpo fue identificado por su hijo, Juan Aquino Rendón
, detalló.
Pobladores de Papalutla y familiares de Juan Aquino González impidieron que el cuerpo fuera llevado a las instalaciones del Servicio Médico Forense en la ciudad de Iguala para la necropsia de ley.
Una de las versiones que trascendió tiene que ver con una disputa por el balneario Papalutla entre los habitantes de esta localidad y sus vecinos de Mezquitlán, quienes reclaman la propiedad.
Se presume que el 29 de octubre una pareja esperaba a Aquino fuera del balneario y le pidió un aventón a Copalillo, pero a la entrada de la cabecera municipal le dieron dos tiros.
Aquino González apoyó durante los últimos 20 años diversos proyectos productivos de los pueblos de Copalillo y administró el balneario de aguas termales Papalutla y una cooperativa de los indígenas.
Creó el único vivero de árboles de linaloe en el estado, que vendía principalmente a la Secretaría de la Defensa Nacional y organizó a los pueblos originarios para el cultivo de plantas medicinales.