Viena. Un informe de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) condenó el jueves los abusos de derechos fundamentales y la tortura en Bielorrusia y pidió que se anule la elección de agosto que dio la victoria al presidente Alexander Lukashenko.
Los comicios deberían ser anulados "ante las irregularidades en todas las etapas del proceso", explicó el informe de la OSCE, que agrupa a 57 países de la región.
Además destaca que se produjeron "torturas sistemáticas" y "graves violaciones de los derechos humanos" durante la represión policial, añadió.
También pide a Bielorrusia "organizar nuevas y genuinas elecciones presidenciales basadas en los estándares internacionales".
El informe se realizó a petición de 17 países de la OSCE, entre ellos Francia, Reino Unido y Estados Unidos, con base en 700 evidencias presentadas.
Wolfgang Benedek, el funcionario encargado, no pudo sin embargo viajar a Bielorrusia, ya que el gobierno no quiso cooperar en la investigación.
Benedek, autor en 2018 de un estudio internacional que demuestra las persecuciones del poder en Chechenia, recopiló centenares de testimonio, acompañados de fotos y videos.
El reporte indica que la votación "no fue transparente, libre o equitativa".
Menciona "torturas y tratamientos inhumanos o degradantes (..) generalizados y sistemáticos", contra manifestantes y gente no involucrada.
"Las autoridades niegan la mayoría de las acusaciones, no todas, pero los hechos son claros", indica el documento.
Cita el caso de padres detenidos cuando solo fueron a la estación de policía a buscar a sus hijos. Encerrados con otras personas, dijeron que fueron golpeados y obligados a desvestirse.
Los golpes buscaban "humillar" a los detenidos, que fueron "obligados a permanecer de pie desnudos durante horas", según el informe.
Las mujeres, que desempeñaron un papel de primer plano en las manifestaciones, contribuyeron al informe al reportar que fueron objeto de "amenazas de violencia sexual".
En su lista de recomendaciones, la OSCE reclama "el cese inmediato de toda violencia" y la liberación sin condiciones de todos los presos políticos.
También pide "cesar la expulsión o la presión ejercida sobre los disidentes políticos para que abandonen el país", agrega Benedek.
Desde su cuestionada reelección el nueve de agosto, el jefe de Estado Alexandre Lukashenko, de 66 años, 26 de los cuales en el poder, enfrenta un movimiento de protesta histórico que reúne cada semana a decenas de miles de personas.
La líder de la oposición, exiliada en Lituania, Svetlana Tijanóvskaia, se encontraba el jueves en Viena para entrevistarse con los embajadores de la OSCE y debía reuirse con el jefe de gobierbo austriaco Sebastian Kurz.