Londres. Los legisladores británicos aprobaron el miércoles el plan del primer ministro británico, Boris Johnson, de confinar Inglaterra durante un mes, con el cual se pretende evitar que la pandemia de Covid-19 se salga de control y desborde los servicios sanitarios de Reino Unido.
El primer ministro Boris Johnson insistió en que el segundo confinamiento contra el coronavirus en Inglaterra, aprobado por el parlamento el miércoles en la víspera de su entrada en vigor, terminará "legalmente" el 2 de diciembre, pese al temor de que sea prolongado.
"Hagamos lo que hagamos a partir del 2 de diciembre, requeriremos un nuevo mandato y un nuevo voto de esta cámara", precisó, insistiendo en su intención de volver a principios del próximo mes a su sistema de restricciones locales basado en tres niveles de alerta: medio, alto y muy alto.
Los residentes en Inglaterra deberán permanecer en sus casas desde la medianoche del jueves como una medida de respuesta al aumento de nuevos contagios de coronavirus, los cuales de no controlarse podrían causar más muertes que la primera oleada de primavera, que forzó la imposición de un confinamiento de tres meses.
La aprobación del nuevo confinamiento por 516 votos frente a 38 en contra había generado pocas dudas después de que el Partido Laborista dijera que apoyaría la propuesta, aunque criticaron a Johnson por actuar demasiado tarde. También fue criticado por algunos en su propio partido, quienes dijeron que un confinamiento nacional es una medida demasiado severa.
"Ninguno de nosotros vino a la política para decirle a la gente que vuelva a cerrar sus tiendas, que despida a su personal o que se aleje de sus amigos y familiares", dijo Johnson en el Parlamento en un intento de calmar a los disidentes de su Partido Conservador.
Reino Unido, que acumula el mayor número oficial de muertes por Covid-19 en Europa, está lidiando con más de 20 mil nuevos casos de coronavirus al día y los científicos han advertido que se podría superar el "peor de los escenarios" de 80 mil muertes.
Estas advertencias obligaron a Johnson a anunciar un giro de 180º el sábado, habiendo insistido previamente en un enfoque basado en confinamientos regionales.