Morelia, Mich. Floricultores del municipio de Copándaro manifestaron que las medidas sanitarias gubernamentales para evitar la propagación del Covid-19, como el cierre de panteones del 31 al 2 de noviembre, fueron determinantes para que la venta de la flor de cempasúchil cayera en más de 50 por ciento. Otro sector afectado fue el de artesanías, ya que fueron canceladas las ferias y exposiciones de esos días, además del turismo que se redujo de manera importante, según la Unión de Artesanos de Michoacán.
Dijeron que debido a que ya se preveían esas afectaciones sus más de 400 agremiados solo sembraron 200 de las 400 hectáreas de cada ciclo, y aún así al menos el 50 por ciento de su producción se quedó en las camionetas distribuidoras o en los puestos de pequeños comerciantes. Y por si fuera poco, de 45 pesos que debía costar el manojo de flores, se fijó, en promedio, en 20 pesos, lo que les provocó pérdidas.
En tanto, miles de artesanos de las regiones de la Cañada de los Once Pueblos, la ribera del lago de Pátzcuaro, Meseta Purépecha y Sierra resultaron también severamente afectados porque en la pandemia fueron cancelados los escaparates más importantes del año para ellos, como la feria Artesanal de Uruapan —realizada en Semana Santa— y el Mercado de Artesanías de Pátzcuaro, del Día de Muertos.
Habría que sumar la caída del turismo que afecta a mercados importantes como en Uruapan, Santa Clara del Cobre y Quiroga; además de la artesanía familiar de cada una de las regiones purépechas de Michoacán.