Ciudad de México. El personaje de La Catrina, creado por el artista gráfico José Guadalupe Posada; figura central del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda, realizado por el pintor Diego Rivera; como cada primero y dos de noviembre en México, adquiere cuerpo y voz gracias a la actriz Julieta Egurrola y los versos del creador escénico Erando González, que en esta ocasión están especialmente dedicados al personal médico que trabaja en la primera línea de combate contra el Coronavirus.
La Catrina es un breve monólogo escrito en verso, que tradicionalmente durante la conmemoración del Día de Muertos, recorre varios foros de la Ciudad de México y el extranjero.
Sin embargo, este 2020, debido a la contingencia sanitaria, La Catrina encontró en el espacio virtual un lugar para decir sus versos y dirigirse a los simples mortales; un video que con la producción de Zorro Rojo Films, la dirección de Claudia Silhi y maquillaje de Marisela Estrada, puede ser visto de manera gratuita en su cuenta de Youtube, en la siguente liga: https://www.youtube.com/watch?v=Oxbs-R0_3es&feature=youtu.be
Las andanzas de La Catrina en tiempos de pandemia, es el título de la propuesta artística; en la que la elegante y fina figura de la muerte, nos habla de cerca y casi al oído:
“Nos avisa el campanario
que ya en nuestro calendario
son de difuntos las fechas.
¡Ah, pandemia maldecida
que en nuestro aliento y amor
puso su garra homicida!
Soy golosina floreada
-tradición que a azúcar sabe-
y en toda la patria suave
‘calaverita’ rimada.
Soy la señora del siglo
soy la testiga ocular
y voy a todo lugar
sin regate ni remilgo;
soy la estación y el camino,
soy el mentado destino.
Versos que más adelante en su andar, La Catrina reconoce y lanza vivas a todos los médicos y enfermeras, a todo el personal.
Y en este tiempo, duro cual ninguno,
decir es necesario y oportuno…
Que en esta tierra donde el barro canta
y el aire azul navegan los volcanes,
donde juega el azúcar a hacer panes,
un incendio de flores se levanta,
y un mar de corazones se agiganta
para gritar un estruendoso ¡Viva!
¡Viva el doctor! ¡Y la doctora… Viva!
Junto a los enfermeros y enfermeras,
que hoy son los héroes de la patria entera
con nuestra gratitud superlativa.
Los de limpieza, las afanadoras,
discretos magos de veinticuatro horas,
camilleros, chofer, ambulancistas,
de voluntad tenaz y de alma amiga;
los vigilantes, las intensivistas
vencedoras del miedo y la fatiga.
Médicos nobles, lúcidas doctoras
enteras van y dedicados vienen
y tras la bata y la careta tienen
ojos de luz y manos salvadoras.
Trajinan de bajada y de subida
prodigando salud y buena suerte
porque no están en lucha con la muerte
sino en dulce noviazgo con la vida".
La Catrina comenzó su andar hace unos 25 años, a partir de un homenaje del artista plástico Humberto Spíndola a Diego Rivera; cuando La Catrina, creada en papel de china e interpretada por Eugenia Ogarrio, “se escapó" por primera vez del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda.