Román Meyer Falcón, secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), expuso que la meta del gobierno federal “es garantizar el cumplimiento de los derechos más básicos, la igualdad de oportunidades y el bienestar de toda la población, poniendo al frente a quienes más lo necesitan. Las fórmulas de los gobiernos anteriores han demostrado su fracaso.
“La pobreza y el abandono en el que vivieron millones de personas sin acceso a servicios de calidad, sin vivienda y sin derechos, son las consecuencias de quienes tomaron las decisiones sin pensar en nadie másque en ellos mismos. No podemos cometer los mismos errores".
Al comparecer ante Comisiones Unidas de Desarrollo Metropolitano, Urbano, Ordenamiento Territorial y Movilidad; de Vivienda; y de Asuntos Frontera Sur, de la Cámara de Diputados, con motivo del análisis del Segundo Informe de Gobierno, el funcionario reiteró que “México vive una transformación sin precedentes. Una transformación económica pero sobre todo social. Estamos recuperando nuestra economía, levantando nuestra confianza y cambiando la manera de trabajar, consolidando un proceso de reactivación para un mejor futuro. La transformación desde el territorio está en marcha y es un pilar que sostendrá nuestro proyecto de nación".
Ante legisladores de distintos partidos el funcionario expuso que la coyuntura “no debe ser motivo de incertidumbre o temor; es una prueba de nuestra capacidad para salir adelante y seguir transformando a México. Nuestra meta es aprovechar las circunstancias actuales y transformar a México desde abajo, como nunca antes se había hecho".
Las tareas en materia de apoyo a la sociedad, dijo, contemplan espacios urbanos, “hemos promovido un desarrollo que permita a todas las personas vivir en paz y con mayor bienestar sin importar la colonia en donde vivan. Nuestro esfuerzo busca mejorar la calidad de vida a través de la dignificación del espacio público, asegurando que las familias más pobres tengan, por primera vez, un entorno agradable y una vivienda adecuada.
Entre ellos se encuentra el Programa Nacional de Reconstrucción, que se ocupó de reparar los daños tras los sismos de septiembre de 2017 y febrero de 2018.
“Durante esta administración, más de 34 mil familias han visto reconstruidas sus viviendas. Además, a través del sector educativo y en compañía de los padres de familia, se han reconstruido más de 650 planteles en las regiones más golpeadas por los sismos.
“Asimismo, en estos primeros años, más de 90 hospitales y centros de salud han sido reconstruidos para la atención de la población más vulnerable. También se han restaurado cerca de 600 muebles e inmuebles culturales; así como sitios históricos que son parte del patrimonio nacional”.
Y en el caso del Programa de Mejoramiento Urbano, Se han transformado más de 40 municipios del país. “El principal objetivo es conseguir el bienestar de las familias más pobres mejorando sus viviendas, regularizando la tenencia de su tierra y transformando su entorno inmediato. Hemos atendido también deficiencias en infraestructura urbana, equipamientos y espacios públicos. Abordamos problemas de movilidad y conectividad”.