Ciudad de México. Al menos 77 millones de personas que viven en territorios rurales de América Latina y el Caribe carecen de conectividad con estándares mínimos de calidad, reveló un estudio elaborado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Microsoft.
La investigación denominada “Conectividad rural en América Latina y el Caribe: Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia”, el promedio de conectividad en la ruralidad equivale a la mitad de la disponible en las áreas urbanas.
El informe destaca que las limitaciones en la información disponible sobre la situación de conectividad rural y marcos regulatorios obsoletos dificultan la implementación de políticas para acelerar la inclusión digital en la ruralidad.
A detalle, se encontró que 71 por ciento de la población urbana de América Latina y el Caribe cuenta con opciones de conectividad, ante menos de 37 por ciento en la ruralidad, una brecha de 34 puntos porcentuales que mina el potencial social, económico y productivo.
En total, 32 por ciento de la población de América Latina y el Caribe o 244 millones de personas, no accede a servicios de internet.
Por otro lado, el estudio comprobó que apenas siete países en la región disponen de información aún más completa y específica que permite acceder a datos sobre los pilares de la conectividad significativa rural: uso diario de internet, disponibilidad de equipos, acceso a banda ancha y tecnología 4G en las áreas rurales.
Para ellos, la investigación reveló que los rezagos más importantes en materia de conectividad se dan debido a la baja frecuencia de internet, con un promedio de sólo 10 por ciento de la población rural (o 21 por ciento si se excluye a Brasil) que utiliza diariamente la red mundial de computadores.
Le sigue en importancia la escasa disponibilidad de banda ancha, con un promedio de 16.6 por ciento de la población rural que accede a este servicio.
El uso de equipos (principalmente de teléfonos inteligentes) y el acceso a tecnologías 4G muestran índices más favorables, con niveles promedio de penetración en las poblaciones rurales de 71 y 37 por ciento, respectivamente (48 y 15 por ciento si se excluye a Brasil del promedio).
“Tenemos como meta atenuar radicalmente las brechas que traban el desarrollo. La brecha de la conectividad rural-urbana es una de las que más atención exige. La falta de conectividad no solo impone una barrera tecnológica, constituye también una barrera en el acceso a la salud, a la educación, a servicios sociales, al trabajo y a la economía en general”, dijo Manuel Otero, director general del IICA.