Ciudad de México. Las perspectivas sobre el Buen Fin, estrategia del gobierno, empresas y comerciantes para mejorar las ventas e impulsar la recuperación económica, se presentan inciertas, ante el rebrote de los contagios por Covid-19 y la disminuida capacidad económica que tiene los consumidores, consideró Myrna Guadalupe Martínez Lucio, académica de la Universidad del Valle de México (UVM).

La especialista en Relaciones Internacionales, Comercio Internacional y Economía, señaló que si bien existe una expectativa de mejorar las ventas de las empresas y comercios, el piso no es firme y las consecuencias de esta pandemia pueden llevar a no cumplir con lo esperado y “no es para menos ante el inminente rebrote del Covid”.

En esta ocasión, ante la necesidad e impulsar la economía nacional, se ampliará el periodo del Buen Fin, que en esta ocasión será del lunes 9 al viernes 20 de noviembre, fechas en que prevalecerán ofertas, promociones, descuentos y facilidades de compra, al tiempo que se establecerán medidas para lograr una afluencia de visitantes cumpliendo con todas las medidas sanitarias frente a la pandemia.

Para este periodo prolongado, otras acciones buscan favorecer el consumo, como el pago adelantado del aguinaldo para algunos trabajadores, en la primera quincena del mes de noviembre.

“La pregunta es si en verdad esta nueva ola de contagios del Covid podrá esperar a que pase la décima edición de El Buen Fin, al parecer las autoridades detienen en mucho la cada vez mayor presencia de casos, a fin de apoyar las expectativas compartidas de los empresarios de lograr, en algo, evitar pérdidas e impactar en la recuperación de algunos sectores económicos. Pero ¿en verdad habrá consumos?”, comentó la académica.

De igual forma, agregó que si bien habrá descuentos y promociones estructurados para atraer consumidores, habrá que ver si estos tendrán las posibilidades financieras de adquirir productos innecesarios y que representan en la mayoría de los casos un lujo en medio de la crisis económica por la que pasa nuestro país, tras la paralización de las actividades normales de trabajo.

La pandemia y los días de aislamiento, han implicado descuentos en el salario de los trabajadores, reducción de jornadas laborales por menor pago y despidos argumentando la parálisis del mercado en todos los sentidos: desabasto, escasez, elevación de precios, reducción de ventas y compras. En pocas palabras, una disminución en el poder adquisitivo de las familias mexicanas.

Martínez Lucio indicó que en 2019 se enlistaron 200 mil empresas, y ahora se espera la presencia de las mismas para 2020, pero con el cierre obligado de negocios ante la crisis económica derivada de la pandemia “¿estas 200 mil empresas aún existirán? Y de existir, se encontrarán en las condiciones adecuadas para presentarse de manera competitiva como una alternativa de compra”, dijo.