Cuernavaca, Mor. Familiares de los 10 jóvenes asesinados el 1 de septiembre pasado en un velorio de la colonia Antonio Barona, en Cuernavaca, exigieron al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo atención médica especializada, rehabilitación y atención sicológica para los otros 12 que resultaron heridos, así como para sus familiares que, como consecuencia de tal agresión, presentan diversos padecimientos físicos y sicológicos.
Así también denunciaron que a casi dos meses la Fiscalía General del Estado (FGE), que encabeza Uriel Carmona Gándara, no ha avanzado en el esclarecimiento e investigación de dicha matanza perpetrada esa colonia popular cuando era velado un joven de nombre Arath, de 16 años de edad, quien era su amigo.
Por ello anunciaron que el próximo 28 de octubre realizarán una marcha en esa colonia para exigir "justicia y paz".
Si bien las familias de las víctimas mortales reconocieron que el gobierno de Blanco Bravo les proporcionó apoyos económicos para los gastos funerarios, explicaron que aún no los han apoyado con atención médica especializada para el resto de los chicos lesionados, pues necesitan rehabilitación.
“El gobierno de Cuauhtémoc Blanco nos había prometido ayudarnos, cuando nos ayudaron con los gastos funerarios para las personas fallecidas; en el siguiente movimiento tocaba turno a los heridos, pero dieron carpetazo y los mandaron a la Comisión de Auxilio a Víctimas a iniciar los trámites nuevamente, a ver si los pueden ayudar”, dijo Daniel Jiménez, papá de Daniel Jiménez López.
En rueda de prensa ofrecida el lunes acompañados por el legislador independiente José Casas, en el Congreso local, hicieron sus planteamientos entre los que destacan atención no solo para los sobrevivientes al ataque del grupo armado, sino también para los familiares porque hay algunos que ya sufrieron parálisis facial o estrés post traumático.
Mencionaron que el ofrecimiento del gobierno del estado es que acudan al hospital general José G. Parres, pero, sostuvieron, este es un hospital Covid-19.
Denis Sánchez Ocampo, quien tiene alojada una bala a un lado de su espina dorsal, expuso que “yo vengo en representación de mi hermano y mía porque los dos fuimos victimas de la masacre. Yo tengo una bala alojada en la parte de atrás, a ladito de mi espina dorsal, en la parte de derecha, y mi hermano tuvo dos, le dieron dos disparos, y una le reventó en el glúteo, y tiene demasiadas esquirlas en la parte del glúteo y no puede caminar bien, y por la temperatura no puede estar en el calor o en el frío, por el dolor”.
Su hermano, dijo Denis, tiene dos hijas, pero no puede trabajar para mantenerlas; en esa misma situación está Donaldo Ledezma Rico, quien resultó herido de bala, camina con muletas, y perdió a su esposa, quien pereció esa noche; sin embargo, tiene que mantener a tres hijos, una de poco más de un año, otra de tres años y una más de seis. Por lo que demandó al gobierno del estado becas para sus hijas.
“No hemos recibido avances, no sabemos en qué vayan las investigaciones, estamos prácticamente, pues sin información; al contrario, que cada vez nos da más miedo, de andar en la calles, no solo en la Antonio Barona sino en todo el estado”, agregó Daniel Jiménez.
La marcha anunciada para el 28 de octubre, será en recuerdo de sus familiares masacrados y de los muchos más que fueron asesinados de manera dolosa. Exigirán, reiteraron, paz y justicia.