París. Francia llamó a consultas a su embajador en Turquía luego de que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo que el mandatario francés Emmanuel Macron necesita “tratamiento por trastorno mental” entre otros comentarios que el gobierno francés consideró inaceptablemente irrespetuosos.
Erdogan cuestionó el estado mental de su homólogo francés al criticar la actitud de Macron respecto al islam y los musulmanes. Sus declaraciones en un evento partidista local fueron una aparente respuesta a los comentarios que hizo Macron este mes sobre los problemas creados por musulmanes radicalizados en Francia que practican lo que el presidente francés llamó “separatismo islámico”
Macron anunció la expulsión de musulmanes radicales del territorio francés tras el asesinato, la semana pasada, del profesor de preparatoria Samuel Paty, quien fue decapitado en plena calle por un musulmán checheno de 18 años por mostrar en una clase las caricaturas de Mahoma que hace años publicó la revista francesa Charlie Hebdo. El mandatario ha asegurado, además, que dichas caricaturas no dejarán de difundirse pese al asesinato no sólo de Paty, sino de otras 12 personas en 2015.
“¿Cuál es el problema de esta persona llamada Macron con el islam y los musulmanes?”, preguntó Erdogan de manera retórica durante un evento de su Partido de la Justicia y el Desarrollo en la ciudad de Kayseri, en la península de Anatolia. “¿Qué más puede decirse de un jefe de Estado que no comprende la libertad de credo y que se comporta de esta forma ante millones de personas que viven en su país y que son miembros de una fe distinta?”.
La presidencia francesa reacción horas después a través de un comunicado que señalaba que “el exceso y la grosería no son un método” y que “no aceptamos insultos”.
Utilizando un lenguaje inusualmente agresivo, la presidencia de Francia añadió que “exigimos a Erdogan que cambie su política, que resulta peligrosa en todos los sentidos”.
El gobierno francés señaló que Erdogan, un musulmán devoto, no ofreció condolencias por la decapitación de un profesor registrada la semana pasada en París que mostró en clases algunas caricaturas del profeta Mahoma. Las autoridades judiciales francesas investigan el crimen como un ataque terrorista islámico.
Turquía, Irán, Jordania o Kuwait denunciaron la publicación de estas caricaturas de la revista satírica Charlie Hebdo y en los últimos días se multiplicaron en la redes sociales las llamadas a boicotear productos franceses.