Unos 15 millones de ciudadanos podrán votar voluntariamente apruebo
o rechazo
y también acerca del órgano para redactarla: una convención constitucional
paritaria de 155 miembros electos o una mixta
de 172 integrantes, mitad elegidos y mitad parlamentarios en ejercicio autodesignados. Los convencionistas serán elegidos en abril y dispondrán de ocho meses prorrogables por tres para producir la carta magna, que será sometida a plebiscito ratificatorio de voto obligatorio.
Todo indica que ganarán fácilmente el apruebo
y la convención constitucional
: una encuesta de PanelCiudadano.cl proyecta que 81.4 por ciento votará apruebo
y 76 por ciento optará por la convención constitucional. Pero la incógnita es la participación, tanto por el temor al contagio del Covid-19 como porque la abstención en Chile es alta, superior a 50 por ciento. La proyección acerca del votante probable
indicó que 64 por ciento irá a sufragar, incluso con rebrote de la pandemia.
“Hay inquietud al respecto, ha habido mucha información de las condiciones para votar, que es la gran preocupación ciudadana. Y el gobierno está expectante, han estado informando y alentando que la gente participe, y creo que están previniendo que ganará el ‘apruebo’, con más de 50 por ciento de participación. Para el gobierno y la derecha el tema será cómo se suben al árbol constitucional, para ellos siempre ha sido incómodo resistir el cambio a la constitución”, comentó Claudio Fuentes, doctor en ciencia política y profesor de la Universidad Diego Portales.
También la violencia ha sido tema recurrente en las semanas recientes, porque la derecha, partidaria del rechazo
, se ha esmerado en asociarla con el apruebo
y con la convulsión y escasa gobernabilidad que ha caracterizado a Chile desde octubre de 2019, cuando estallaron las protestas en rechazo al modelo neoliberal y en demanda de garantías sociales, que derivaron en la exigencia de una nueva constitución.
Va a tener una baja repercusión
, dice Claudio Fuentes, las decisiones en la ciudadanía están hace tiempo tomadas y todas las encuestas muestran bastante consistencia y no alteración de las percepciones. Entonces, dudo que sea impactante en variar el voto, porque había muy poco voto indeciso
.
Axel Callís, sociólogo y director de la encuestadora TuInfluyes.com, recuerda que en el plebiscito de 1988 (cuando se decidió en torno a la continuidad de la dictadura de Pinochet) votó 90 ciento de los mayores de 18 años, y si eso se lleva a números actuales, deberían votar 13 millones de personas. Pero como tenemos una inercia electoral basada en el voto voluntario, creo que la participación estará alrededor de los 8 millones 200 mil, de ahí hacia arriba, hasta unos 8 millones 700 mil, lo cual ya es una participación alta
, afirma.
Mi proyección es que esto será 80 a 20, pero la experiencia dice que los plebiscitos ocultan un voto; o sea, aquí podría haber un rechazo oculto, que dejaría las cosas en torno al 70 a 30
, vaticina.
En cuanto al clima en el país, señala que si votan pocos (menos de 6 millones 500 mil) habrá un cuestionamiento desde la derecha por la legitimidad, lo mismo que desde el mundo que no participa de la calle
, lo cual implica que el inicio del camino constitucional no va a tener un respaldo ciudadano macizo
. Al contrario, si vota mucha gente, el clima cambiará favorablemente, porque se van a diluir los extremos con una votación masiva superior a los 8 o 9 millones de votos
.
También proyecta que la participación de los jóvenes podría aumentar sustantivamente. Las mujeres de 18 a 34 años vienen votando en torno a 40 por ciento y los hombres en 33. Se percibe que llegaría hasta 50 por ciento, compensando la baja prevista de los mayores de 65, que votan en torno a 63 por ciento.