La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri Riancho (PRI) expuso que el manejo de las 20 sesiones celebradas en ese órgano legislativo -durante el actual periodo ordinario se sesiones- han resultado complejas y problemáticas porque los protocolos de sana distancia y uso de cubrebocas no se han respetado en el salón de plenos, y para encontrar una solución que aminore los contagios será necesario revisar los procedimientos que se habían implementado desde el pasado mes de septiembre.
Del inicio del brote de la pandemia a la fecha, se tiene cuantificado por lo menos 60 diputados que han resultado contagiados por el virus, dada la movilidad que despliegan la mayoría de los 500 que conforman la cámara, en sus trayectos de la Ciudad de México a sus estados de origen.
A través de una conferencia virtual con los reporteros que cubren la fuente del Congreso, la ex gobernadora de Yucatán, refirió “que ha habido un trabajo, vamos a decir legislativo, yo diría que más intenso de lo que normalmente sucede al inicio del periodo de sesiones ordinario en el primer periodo…desafortunadamente en el marco de una situación sanitaria sumamente delicada y complicada, y esto, también nos lleva a que tengamos que acelerar los protocolos, que por ciento, se dieron desde que inició el periodo de sesiones”.
El pasado ocho de septiembre, se aprobó un acuerdo especial para las sesiones presenciales en el salón de plenos para que hubiese solamente 129 diputadas y diputados. De ellos 65 son de Morena, 20 del PAN, 12 del PRI, 11 del PRD, 7 de Movimiento Ciudadano, seis de Encuentro Social. Sobre el desorden que ha imperado en ese sitio, la diputada Sauri Riancho amplio su postura.
“Esos famosos 129 que el propio Acuerdo dice que en caso de que una votación económica se complique, son los que están autorizados para poder votar por lista; incluso el Acuerdo describe cómo votar, no es el tablero electrónico, es la lista famosa.
“Entonces, esto, la realidad de las cosas, ustedes lo han visto, es que ha sido bastante complicado de operar. Cuando no hay votación, vamos a decir, o algún asunto muy, vamos a decir, de mucho interés, pues de pronto nos encontramos, yo, desde allá arriba empiezo a contar cuántas curules están llenas y digo, realmente, ninguno, ninguno, ninguno llega a su límite, pero cuando se trata de un asunto de interés, de alguna participación de interés para los grupos, de buenas a primera rebasa con mucho el número de los 129.
“Y me dicen, lo han visto ustedes desde allá abajo: “haga valer el Reglamento” yo digo haber, a parte de los exhortos a la responsabilidad individual y del propio grupo parlamentario para tener el número convenido y aprobado por la Asamblea, desde la Presidencia no se puede hacer más, yo no puedo ordenar el desalojo de los diputados, así me lo pida Cayetano García con particular entusiasmo, o sea, no puedo hacerlo de esta manera. Entonces, yo creo que vamos a tener que revisar muy bien una serie de procedimientos.”
El mayor número de personas contagiadas en la Cámara de Diputados son legisladores. Y a pesar de que existe un protocolo de toma de muestras para todos aquellos que asisten a trabajar al recinto en San Lázaro. Entre los reporteros no se ha registrado ningún enfermo porque todos se han presentado a la prueba.
Sobre la recurrencia de las personas implicadas en el quehacer parlamentario a esa prueba la presidenta en la Cámara de Diputados dio cuenta de la información que le aportó la Secretaría General:
“Se han realizado, al martes pasado, 10 mil 267 pruebas Covid en la Cámara de Diputados. Recordemos que estas pruebas no son sólo para diputadas y diputados, sino para el personal de la Cámara. Vuelvo a señalar estas 10 mil pruebas, las primeras pruebas, tanto para las extraordinarias y la primera ordinaria, fue de mil 300 pesos por prueba, pero el precio bajó a 950 pesos a partir del primero de septiembre. El total estimado de las pruebas es de cinco mil 890, perdón, cinco millones 890 mil 950 pesos estimado a partir del primero de septiembre a 950, pero las primeras cuatro mil 66 pruebas, el costo unitario de mil 300, hay que restarle 700 pruebas que fueron donadas y se pagaron tres mil 366.
“¿De dónde sale el dinero? Fundamentalmente de los ahorros que la suspensión de actividades en la Cámara registró en todo este periodo. Estamos hablando de ahorros desde luz, agua, en general los servicios de la Cámara, el hecho de que los bonos de productividad y asistencia de los trabajadores y empleados tampoco han estado erogándose y de ahí se ha utilizado estos recursos para poder enfrentar esta situación.
Las pruebas en la Cámara son una necesidad porque requerimos, en la medida de los posible, garantizar la salud, no solamente de las y los diputados, sino del entorno en el que se desarrolla el trabajo, también de los trabajadores y empleados de la Cámara, entonces vamos a seguir haciéndolas cada semana”.