Ciudad de México. Ante la saturación de cableados en el espacio público aéreo, el riesgo que representa para la seguridad de las personas y los constantes robos de material que afectan la prestación de servicios, el titular de la alcaldía de Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo Guerra, entregó al Congreso de la Ciudad de México una iniciativa de reforma a la Ley de Obras Públicas para obligar a usuarios de dicho espacio, en particular a la Compañía Federal de Electricidad, así como a empresas cableras y de servicios de telefonía e internet a soterrar sus instalaciones.
La iniciativa, suscrita también por la diputada sin partido Lizette Clavel Sánchez, presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico, quien la expuso ante el pleno, parte de la obligación que tienen las autoridades a prever los efectos que pueda causar la ejecución de obra pública en materia de impacto ambiental, urbano y de protección civil, prevista en el artículo 18 de la citada ley, al que se propone adicionar dos párrafos para establecer en forma expresa que “las obras de instalación de tendido eléctrico que realice la Compañía Federal de Electricidad en la Ciudad de México procurarán realizarse de manera subterránea”.
Y añade que para el caso de las obras realizadas por particulares, “en lo que hace a la instalación de cableado, fibra óptica, gas natural u otros, invariablemente deberán realizarse de manera subterráneas. Pudiendo celebrar los convenios público-privados necesarios para el cumplimiento a los dispuesto”.
Clavel, dijo que son numerosos los accidentes y las víctimas por accidentes debido a la caída de postes y cables de alta tensión, en tanto que ya el mismo legislativo local, desde la extinta Asamblea Legislativa, ha advertido en puntos de acuerdo sobre la sobrecarga a la que están sometidos los postes por los servicios privados de televisión por cable e internet.
Agregó que si bien el soterramiento del tendido eléctrico implicaría un costo para la empresa pública, dijo que se compensaría al reducir las pérdidas por robo de cable, por el robo de energía eléctrica a través de los llamados diablitos y en los costos de mantenimiento al no tener sus instalaciones expuestas a la intemperie.