El Senado pospuso para el próximo martes la discusión, en el pleno, de la reforma que amplía las atribuciones de la Secretaría de Marina para que ejerza la autoridad Marítima Nacional, no sólo en las zonas marinas del país, sino también en costas, puertos, recintos portuarios, terminales marinas e instalaciones portuarias nacionales, que ha provacado también controversia y rechazo en la oposición.
Aunque un día antes, la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, aprobó el dictamen respectivo y la mesa directiva que preside Eduardo Ramírez la había programado para votarla hoy el pleno, el debate sobre la desaparición de los 109 fideicomisos se llevó toda la noche y concluyó esta mañana, por lo que se decidió cerrar la sesión, y dejarla pendiente para la próxima semana.
En la reunión de a nálisis de la minuta de la Cámara de Diputados, realizada el pasado lunes, la mayoría de los grupos parlamentarios anunciaron que votarán a favor del dictamen, pero el panista Damían Zepeda y la priísta Claudia Ruiz Massieu indicaron que votarán en contra de esa propuesta.
Sin embargo, el PRI se encuentra divido en este tema, ya que el presidente de la comisión de Marina, el senador del tricolor Eruviel Ávila anunció que votará a favor del dictamen, y argumentó que “ las facultades que se transfieren de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), son a la Semar, no a la Armada de México, por eso no hay militarización”.
En relación con los cuestionamientos de la Marina Mercante, que incluso realizó una movilización en el Senado para solicitar se revisara esa minuta, porque argumentaron no quieren ser organizadoa por la Semar, los senadores subrayan que al asignarle nuevas funciones y atribuciones a la Secretaría de Marina en el ámbito administrativo no se vulnera de forma alguna lo dispuesto en el artículo 129 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Consecuentemente, apuntan los senadores en el dictamen, la transferencia de las atribuciones en materia de marina mercante se haría a la Secretaría de Marina como dependencia de naturaleza administrativa y, por lo tanto, civil, y no a la Armada de México, institución de naturaleza militar.