Juchitán, Oax. La escasez de lluvia y la falta de agua de riego —tras la construcción de una obra en uno de los canales principales de distribución del agua— han puesto en riesgo la producción de camote en la comunidad de Rancho Llano, Oaxaca, lo que afectaría a más de 300 campesinos zapotecas.
La cosecha de este tubérculo se da en el mes de marzo, por lo que la siembra debe ser a principio de octubre, pero en esta ocasión, tales afectaciones han impactado de manera negativa ese rubro, y aunado a ello, la pandemia del Covid-19 provocó que la cosecha de marzo pasado se vendiera a un bajo costo debido al cierre de mercados, lo que propició que sus principales clientes, los fabricantes de dulces, en Puebla, hayan disminuido su compra.
El camote istmeño es adquirido principalmente por artesanos del dulce tradicional poblanos que lo adquieren por su sabor y calidad, debido a que es cultivado de forma orgánica.
El año pasado los labriegos sembraron 250 hectáreas de camote, pero con la pandemia tuvieron pérdidas económicas, debido a que el bulto de 50 kilogramos se abarató de 300 a 100 pesos, por lo que en este ciclo la producción podría disminuir.
Cuando la cosecha es buena, los productores venden 120 toneladas semanalmente, pero en esta ocasión por la tardía distribución del agua, auguran que variará en gran medida.
“El año pasado fuimos 300 campesinos los que cultivamos camote aquí en Rancho Llano, pero ahora, creo que disminuirá porque todo se retrasó, la pandemia nos afecta mucho y aunado a la poca lluvia y ahora por el tema del agua de riego, esto nos afecta todo”, explicaron.
Mario Ruiz, es productor de camote, y explica que “la tierra está lista para la siembra, pero llevamos un mes atrasado; estoy preocupado porque son 14 hectáreas, y en caso de que el agua de riego no llegue, definitivamente la cosecha se perderá, porque sí el camote tarda unos meses más, se echa a perder, le salen gusanos y ya no nos lo compran”.
Otro campesino, José Alberto Sarabia de 29 años de edad, tiene 14 años produciendo camote en su comunidad y asegura que cada año se complica más obtener un buen cultivo, y a este, destaca, se le ha sumado la afectación de pandemia.
Para José Alberto —quien él solo produce una hectárea, con cuyas ventas contribuye al ingreso familiar— es un “orgullo” que el camote que se produce en estas tierras oaxaqueñas sea adquirido para elaborar el dulce tradicional poblano, por lo que le preocupa que este año se dé una buena producción.
“Ojalá el agua nos la distribuyan pronto y así la cosecha se logre en febrero y marzo, porque de eso vivimos, es el sustento de nuestra familia”, reiteró.
Hasta el momento existe una minuta de acuerdo entre productores y el presidente del módulo número 3 de San Blas Atempa, Francisco Velásquez Molina, en la que se estableció que el próximo miércoles el agua llegaría a los cultivos.
Rancho Llano, es una agencia municipal de San Blas Atempa ubicada en el Istmo de Tehuantepec, en donde se privilegia el cultivo de alimento, además del camote, también se siembra tomate, sorgo y maíz.