Texcoco, Méx. Mientras que en el mundo la pandemia de Covid-19 podría provocar, a finales de 2020, un aumento de hasta 132 millones de personas afectadas por el hambre crónica, en el país se prevé que haya un incremento en siete millones de mexicanos que se sumarían a las casi 10 millones que hay en ese rubro, señaló Lina Pohl, representante de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México.
Durante su participación en el proyecto “Ensalada Amiga” —realizado en el marco del Día Mundial de la Alimentación— en la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), en esta ciudad, la funcionaria hizo un llamado para tomar la pandemia como una oportunidad para afinar reconocer que en materia de alimentación las políticas públicas en la materia puedan reorientarse dado que hasta el momento ha dado resultados alentadores.
Expuso que el reporte anual del estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, muestra que el hambre ha tenido un aumento por quinto año consecutivo.
Destacó que se estima que casi 690 millones de personas pasaban hambre en 2019, un alza de 10 millones de personas, desde 2018, y de casi 60 millones en un lustro.
“Según las previsiones del informe, la pandemia de la enfermedad por coronavirus podría provocar, a finales de 2020, un aumento de hasta 132 millones en el número de personas afectadas por el hambre crónica en todo el mundo.
“En el caso de México el informe indica que en el periodo 2017-2019 el 7.1 por ciento de la población pasó subalimentación. Las previsiones son que podríamos incluso duplicar el número; se espera un incremento de siete millones de personas más al final de 2020, pero habrá que ver porque México ha tenido una actuación francamente muy significativa frente a la pandemia, se han tenido disponibilidad de alimentos porque el campo no ha parado, los productores han seguido, no se han cerrado sus fronteras ni se ha hecho un confinamiento obligatorio, y habrá que revisar los datos al final del año”, dijo.
El rector de la UACh José Solís Ramírez, afirmó que según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) registra que para 2018 en México existían 52.4 millones de personas en situación de pobreza y en lo que respecta a la carencia alimentaria se registraban 25.5 millones de mexicanos, equivalente al 20.4 por ciento de la población.
Afirmó que aún con el panorama de rezago en México es posible producir, distribuir y consumir alimentos de una manera sostenible, incluyente y resilente en el país, y pidió “políticas públicas con enfoque de desarrollo territorial, que ofrezcan el uso sostenible de los recursos naturales, mitigando el cambio climático, con visión intersectorial, articulando la protección social con inclusión productiva que apunten a la reducción de las brechas de género y busquen influir en el estado nutricional de la población generando entornos alimentarios saludables”.
Joel Corrales García, responsable del proyecto “Ensalada Amiga” apuntó que en México se desperdicia anualmente 28 millones de toneladas en alimentos representando pérdidas en dinero para empresas, hogares y gobiernos, a la vez que agrava la inseguridad alimentaria.
Mencionó que el proyecto tiene como objetivo elaborar una ensalada con alto valor nutracéutico, con vegetales deshidratados mediante un proceso de liofilización con el fin de alargar la vida de anaquel de los vegetales preservando y potenciando sus cualidades nutritivas y organolépticas, superar la valla de estacionalidad y perecibilidad de los vegetales y crear un producto con bajo valor comercial.
“La pérdida y el desperdicio de alimentos tienen enormes costos ambientales, sociales y económicos, y contribuyen significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Todo lo anterior hace surgir la necesidad de disminuir las cantidades de desperdicio de comida, alargar la vida de anaquel”, aseveró.
El proyecto cuenta con la participación de la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento (FLAMA), la Confederación Nacional de Comerciantes de Centros de Abasto (CONACCA) y la central de abasto de Ecatepec.