Barcelona. "¡Nos vamos a morir de hambre!" Cientos de manifestantes protestaron este viernes contra el cierre de bares y restaurantes en Cataluña, ordenado por 15 días por las autoridades para frenar el avance de la epidemia en esta región española.
A gritos de "no al cierre", los manifestantes, en su mayoría empleados del sector, se congregaron en la céntrica plaza Sant Jaume de Barcelona, ante el ayuntamiento de la ciudad y la presidencia del gobierno regional.
En el grupo había meseros, cocineros y propietarios de pequeños restaurantes golpeando cacerolas a modo de protesta, constató una periodista de Afp.
Profesionales impactados por segunda vez, tras el cierre impuesto durante varias semanas en primavera cuando el gobierno central aplicó un estricto confinamiento en toda España.
Algunos lanzaron huevos y platos de porcelana contra los edificios oficiales para expresar su cólera en el primer día de cierre de sus locales.
"Ya llevamos mucho tiempo sin poder ejercer y es imposible que cierren otra vez los bares y restaurantes. Nos vamos a morir de hambre", dijo Álvaro Sagreda, cocinero en un hotel de 5 estrellas.
Para Joan Mederos, propietario de dos bares que dan trabajo a seis personas, "la situación es insostenible" entre los alquileres, los proveedores "que siguen llamando" para cobrar... "nos tienen que dejar abrir. No somos los culpables de todo esto".
Otros como Adrián Gil, de 36 años y con 14 de experiencia como mesero, temen la duración de las medidas.
"Tenemos miedo de que no sólo sean 15 días, porque en 15 días seguro que no se arregla nada y después de estos 15 días llegan otros 15 días y al final volvemos como al principio del año", dijo a AfpTv.
Los bares y restaurantes sólo están autorizados a hacer entregas a domicilio, una medida drástica con la que el gobierno regional catalán dijo querer evitar "un confinamiento total en las próximas semanas".
La medida interviene cuando Madrid se encuentra sometido a un cierre perimetral, y coincidiendo con otras restricciones en diversos puntos del país en regiones como Navarra, Galicia y Andalucía.
Las autoridades intentan así poner coto a la epidemia, que de momento mató a más de 33 mil personas en España.
En Europa, varios países o grandes ciudades impusieron medidas similares. Holanda e Irlanda del Norte cerraron bares y restaurantes, París los bares, además de un toque de queda de 21:00 a 6:00 horas, y Liverpool echó el cerrojo a sus pubs.