Los desechos orgánicos de procedencia animal son generadores de contaminación y pueden provocar problemas de sanidad y contaminación, ya que comúnmente son tirados al drenaje, quemados a cielo abierto o enterrados.
A fin de dar tratamiento a los desperdicios de la industria cárnica y mitigar el cambio climático, una compañía mexicana en conjunto con científicos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla realizaron una investigación en torno al comportamiento contaminante de los residuos animales, como vísceras, pezuñas, pelajes, excremento y sangre. Con los resultados obtenidos se logró idear e innovar un biodigestor que degrada los desechos rápidamente, los transforma en biogás, energía eléctrica y composta.
Rolando Mayorga Serna, director de la empresa innovadora, señaló que los biodigestores implementados tienen la apariencia de una pirámide invertida, están enterrados en el suelo y tanto su base como sus paredes son hechas de cemento. Además, indicó que el sistema cuenta con una geomembrana de alta densidad que mantiene la temperatura adecuada dentro del contenedor, lo cubre de lluvia, aire y de fauna nociva.
Respecto al funcionamiento del digestor, el emprendedor explicó: “los residuos colocados dentro se degradan gracias al uso de una bacteria o inóculo que se encontró durante la investigación que hicimos y que es muy agresiva para deshacer rápida y eficazmente la materia y convertirla en biogás. Para lograrlo se genera un proceso de recirculación, el cual consiste en someter a calentamiento la bacteria y posteriormente inyectarla en distintos puntos del biodigestor a través de un tipo de manguera para procesar así todos los desechos de manera homogénea”
Después de cinco días de procesamiento de residuos cárnicos se genera el biogás, mismo que pasa a través de unos filtros que lo limpian y luego lo envían a un proceso de motogeneración, que consiste en producir energía eléctrica a partir de él. Por cada tonelada de desechos tratados en un día se obtiene un promedio de 125 a 250 kilowatts cada hora, mismo que representa dotar de energía cada mes de uno a tres hogares con una sola tonelada.
Cabe señalar que la planta de tratamiento utiliza el turbogenerador para la conversión de gas a electricidad y cuenta con varios motores y bombas internas y externas. Por ello, a fin de que el equipamiento referido no utilice energía de origen fósil, sea autosuficiente y sustentable, se adicionaron al sistema paneles solares.
A decir del también maestro en negocios por el ITAM, los digestores innovados, que están en proceso de patente, tienen una eficiencia de 85 por ciento para generar biogás y 15 por ciento para formar un tipo “lodo” que es extraído para producir composta orgánica, que después de 20 días está lista para usarse.
Asimismo, Mayorga Serna agregó que su empresa llamada ROMASE, que es uno de los casos de éxito del concurso para empresas verdes en México Cleantech Challenge, es capaz de crear biodigestores según la necesidad de quien busque procesar sus desechos y que actualmente se han implementado dos plantas en compañías de la industria cárnica, una en Ciudad Serdán, municipio de Puebla, y otra en la Universidad de Tabasco.
“En los lugares en los que se implementó el sistema se han colocado medidores bidireccionales, ya que al generar energía, ésta va al medidor de la empresa y de ahí a la red de la Comisión Federal de Electricidad, ello representa un ahorro en el recibo de luz, ya que se crea nueva electricidad” subrayó el innovador.