Bangkok. El gobierno tailandés decretó un estricto estado de emergencia en la capital, después que en la víspera durante una protesta estudiantil contra el establishment tradicional se produjo un hecho insólito: los manifestantes abuchearon una caravana real de autos. Insultar a la monarquía conlleva una pena de hasta 15 años de prisión.
Miles de manifestantes se congregaron el jueves en el centro de Bangkok, desafiando un decreto que prohíbe las reuniones de más de cuatro personas, y tras desfilar en calma se dieron cita para una nueva demostración de fuerza el viernes.
"Liberad a nuestros amigos", gritaron los manifestantes, que protestaban por la detención de varios líderes de este movimiento.
"Me arriesgo con mi seguridad, pero quería estar aquí. La multitud me protegerá", declaró a la AFP Khamin, una estudiante de 20 años.
Poco después de las 22 horas (15 horas GMT), las aproximadamente 10 mil personas que desafiaron la prohibición, promulgada apenas unas horas antes, abandonaron el lugar de la concentración, comprobaron periodistas de la AFP.
Los organizadores convocaron una nueva manifestación el viernes.
Las autoridades han endurecido su posición contra este movimiento que, desde hace meses, reclama más democracia y se atreve a oponerse a la poderosa monarquía.