Chilpancingo, Gro. Medio centenar de familiares de los luchadores sociales Bernardo Ranferi Hernández Acevedo y de Rocío Mesino Mesino —ejecutados por separado— protestaron afuera de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) para demandar justicia y castigo a los autores materiales e intelectuales de sus homicidios.
Hernández Acevedo, expresidente estatal del PRD y miembro del grupo Pro AMLO, fue ultimado en el municipio Chilapa de Álvarez, el 14 de octubre de 2017, junto con su mamá, esposa, abuela y su chofer; mientras que Rocío Mesino, ex dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), fue ejecutada en Atoyac de Álvarez, el 20 de octubre de 2013.
Cerca de las 11 de la mañana los manifestantes llegaron al estacionamiento de la FGR, colocando mantas y pancartas, y solicitaron una audiencia con el fiscal de Guerrero, Jorge Zuriel de los Santos Barrila, y con el gobernador Héctor Astudillo Flores para que les informen de los avances en las investigaciones por los asesinatos de los dos luchadores sociales.
En tanto personal de seguridad de la Fiscalía colocó una cadena cerrando la entrada a las instalaciones, aunque cinco de ellos encabezados por la dirigente de la OCSS, Norma Mesino, permaneció adentro.
Diana Hernández, hija de Ranferi Hernández, denunció que mataron a su papá, mamá, abuela y a su ayudante, hace tres años, pero no les han informado absolutamente nada.
Lo mismo señaló Norma Mesino, quien dijo que tampoco hay avances en el esclarecimiento del homicidio de su hermana suscitado hace siete años.