Han pasado ya varios meses desde que muchos comercios se vieron afectados al tener que bajar sus cortinas ante la actual pandemia, meses que han sido aguerridos por todos aquellos comerciantes fuertes, decididos, valientes, capaces, que han podido ver hoy una luz en el camino, poco a poco empiezan a tomar color las calles y son cada vez más los locales que han reabierto sus puertas y cortinas. Hablamos de las tienditas, recauderías o misceláneas, que son parte fundamental de una cadena que impulsa el trabajo de miles de manos mexicanas, ya que en ellas encontramos los productos traídos desde el campo hasta nuestra mesa. Es momento de hablar de “cadenas colaborativas”.
El Consejo Nacional Agropecuario, señala que un poco más de 5 millones de pequeños productores, podrían verse beneficiados por la evolución de la industria y la implementación de cadenas colaborativas; gracias a Empresas de la Industria de Alimentos y Bebidas, que ayudan a que los procesos se desarrollen de forma vinculada y organizada, permitiendo crear un círculo virtuoso en el que todos ganan.
Pero ¿qué es una cadena colaborativa? Primero que nada, tomemos en cuenta que gran parte de los productos que consumimos a diario, sin importar su presentación, salen del campo mexicano. Las manzanas que se producen en Chihuahua, el azúcar de caña de Veracruz y la leche de Jalisco, entre miles de productos más; son transportados y procesados gracias a esta articulación. Sin embargo, la pandemia derivada del covid-19 presentó una mayor complejidad para quienes dependen directamente de las actividades rurales y agropecuarias.
Debido a los recursos limitados, los campesinos han visto afectada su producción y distribución; en respuesta a esto, la industria y los prestadores de servicio han logrado vincularse de forma más eficiente, generando cadenas y rutas que incentiven una disminución en costos y trayectos, al tiempo que impulsan el consumo local, ayudando a millones de familias mexicanas que dependen de este proceso.
En este sentido, la Industria Mexicana de Coca-Cola de la mano de instituciones gubernamentales y privadas integra prácticas de agricultura sustentable; ayudando a mantener más de 100 mil empleos indirectos en el sector.
El Vicepresidente de Cadenas Productivas del Consejo Nacional Agropecuario, José Cacho, destaca que: “La integración es el factor clave en un sistema de cadenas colaborativas. A través de alianzas con los productores y las instancias gubernamentales, la industria es el facilitador e implementador que integra y genera beneficios para toda la cadena”.
Actualmente, la Industria Mexicana de Coca-Cola, invierte 18,500 millones de pesos en productos locales, un 25% más que en 2018. Estas acciones focalizadas construyen redes de personas y familias que, sin saberlo y sin conocerse, trabajan unas muy cerca de otras para dar continuidad a un esfuerzo colectivo que fortifica la economía de los pequeños productores, de los comercios locales y de México.
La Industria Mexicana de Coca-Cola, de la mano de organismos empresariales, grupos de transportistas y miembros de la industria de alimentos, mantienen la implementación una cadena de valor que nunca termina, pues al crear un plan integral a largo plazo, en el que suman a productores locales, se generan miles de negocios redituables, que permiten que todos ganen a través del trabajo conjunto, demostrando que es momento de que ¡Hagamos esto juntos!
- De acuerdo con el registro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante la pandemia, se han perdido cerca de 32,000 empleos formales en el campo.
- La Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) trabaja para impulsar la producción sustentable y el consumo local.