Ecatepec, Méx. La Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM) consideró como extrema la medida tomada por la Procuraduría Federal del Consumidor contra diversos productos lácteos, ya que no se consideraron las repercusiones a la cadena productiva, y afectó a un 80 por ciento de los socios del sector.
El director general de la UNIDEM apuntó que la prohibición de Profeco para que se comercialicen diversos quesos y yogures, porque desde su punto de vista, violan las Normas Oficiales Mexicanas 223-SCFI/SAGARPA-2018, la 002-SCFI-2011 y la 051-SCFI/SSA1-2010, es una acción poco meditada.
“Si sólo se tratara de una o dos empresas que incumplen con las normas de etiquetado, podría tratarse de un problema imputable a las industrias, pero si vemos que casi todas fueron sancionadas y además se trata de compañías de gran prestigio nacional e internacional, que cuentan con despachos y personal dedicado solamente a cumplir con ese tipo de regulaciones, más bien se trata de un golpe al sector empresarial en el que no se meditaron las consecuencias que tendrá esta acción”, dijo.
Señaló que por parte de las autoridades hay una interpretación muy estricta en lo que se refiere al cumplimiento de las referidas normas, pero en ningún caso se trata de productos que afecten la salud de las personas y además ese tipo de alimentos lácteos no deben ser equiparados a productos chatarra.
Destacó que dentro de las afectaciones por esta medida serán, en primer lugar, la imagen de las empresas a nivel nacional e internacional, la pérdida de cientos de toneladas de productos perecederos que ya no podrán ser comercializados y por las grandes cantidades de inventarios de etiquetas que será desperdiciado.
Francisco Cuevas Dobarganes afirmó que de los socios que se dedican a la producción de lácteos y derivados, agremiados a la UNIDEM, se afectó al 80 por ciento del ramo, ya que perderán la producción de poco más de una semana de algunos productos y respecto al inventarios de empaques, perderán el equivalente a un mes y medio de producción, sin dejar de mencionar la afectación a decenas de proveedores.
“Mientras las empresas no emitan las nuevas etiquetas que cumplan las observaciones de la Profeco, se paran procesos productivos de materias primas perecederas, se dejan de comprar a productores de leche y del campo mexicano, cortan cadenas de suministro y crean problemas de abasto, puede haber incremento de precios y lo más grave, este acto de autoridad se da dentro de una pandemia”, sostuvo.
Consideró que Profeco debió establecer primero una mesa de diálogo con las industrias de alimentos para plantear si había diferentes interpretaciones sobre el etiquetado de los productos, y si continuaba la omisión, solo multar a las empresas.
“Aunque reconocemos algunas acciones de los tres niveles de gobierno, a veces nos desconcierta que se tomen medidas extremas contra empresas formales, con gran prestigio, altamente generadoras de empleos e impuestos y que tienen estrictos estándares de calidad”.
Refirió que las medidas de gobierno deben estar orientadas a proteger la salud de todas las personas, pero a veces se observa una tendencia por afectar a las empresas que sí cumplen con las leyes en materias laboral, fiscal, mercantil y de salud.