Teotihuacán, Méx. Más de mil ciclistas realizaron ayer una rodada por las autopistas México-Pachuca y México-Pirámides para exigir que se aclare la muerte de Alexia Fernanda Ordóñez Mejía, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y de su padre, Emilio Ordóñez Amador, quienes fueron atropellados por un auto el 4 de octubre cuando se dirigían en sus bicicletas a la zona de las pirámides de Teotihuacán. No más ciclistas muertos; en cada bicicleta hay una vida, fueron los principales reclamos.

Alrededor de las ocho de la mañana, los manifestantes, pertenecientes a diversas agrupaciones, entre ellas la Asociación de Ciclismo de la UNAM, de la cual Alexia Fernanda era integrante, partieron de la avenida Montevideo, en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México.

Recorrerieron las autopistas México-Pachuca y México-Pirámides hasta llegar a la zona arqueológica de Teotihuacán; 43 kilómetros de ida y vuelta. En el kilómetro 17 de la primera vía hicieron una parada para guardar un minuto de silencio y rendir homenaje a Fernanda y Emilio en el sitio donde hace una semana perecieron.

A su paso, ciclistas de Ecatepec y de otros municipios se unieron a la movilización en las casetas de San Cristóbal y de Los Héroes. El contingente rebasó más de mil ciclistas.

La mayor parte del grupo arribó a 10:30 horas a las inmediaciones de las pirámides y después de un descanso de media hora al menos la mitad emprendió el regreso a la capital del país. Otros se dispersaron o regresaron en vehículos.

La Guardia Nacional resguardó la rodada y las policías municipales de Acolman y Teotihuacán desplegaron agentes en los entronques viales para evitar percances.

Los ciclistas exigieron a las autoridades mayor seguridad en sus recorridos por las carreteras; llamaron a los automovilistas a tomar conciencia de las personas que circulan en bicicleta y a guardar su distancia.

Estas rodadas son para concientizar a las personas, sobre todo a los conductores, que reconozcan que en cada bicicleta hay una vida. Creo que es más sobre el respeto a la vida, porque muchas veces la soberbia de traer un coche los hace sentir más importantes que otras persona, opinó Luis Arturo Fuentes García.

Es triste y lamentable que se tengan que hacer cosas así para llamar la atención. Los valores se están perdiendo; los automovilistas no respetan el metro y medio de distancia con el ciclista, comentó Bruno, otro de los participantes en la manifestación.

Jaime Uribe Camacho, también pedalista, se quejó: Estamos expuestos a todo porque hay automovilistas que no tienen suficiente precaución. Lo que pasó con Alexia y Emilio nos movió a todos y nos duele y afecta porque salimos a entrenar cada ocho días para tener buena condición.

Los participantes en la rodada lamentaron que en el estado de México no existan suficientes ciclovías para que las personas que usan bicicleta para transportarse o para hacer ejercicio lo hagan con seguridad.

Queremos protección, más seguridad en las carreteras. No hay suficientes ciclopistas, por lo que tenemos que agarrar autopistas como la México-Pachuca, reclamaron.

¡No más ciclistas muertos!, gritaron. Demandaron respeto a los ciclistas para evitar hechos trágicos que afecten a sus familias.

Alexia Fernanda Ordóñez Mejía era estudiante de la carrera de ingeniería petrolera de la UNAM. Tenía 20 años, y era vecina de la alcaldía Gustavo A. Madero.

El 4 de octubre realizaba un recorrido de rutina junto a su padre, Emilio Ordóñez, en la autopista México-Pachuca, cerca de las Pirámides, cuando fueron arrollados por un automóvil.

Ese día la Guardia Nacional detuvo y presentó ante la agencia del ministerio público del centro de justicia de San Cristóbal Ecatepec a Jonathan, presunto responsable del atropellamiento.

La madre de Fernanda, Cinthia Mejía, informó que el presunto responsable continúa preso en el penal de Chiconautla y consideró que la ley es muy injusta porque el automovilista podría recuperar su libertad, pero ella no va a recuperar a su familia.