Luis Suárez dijo que el tratamiento que le dio el Barcelona en sus últimas semanas en el club, antes de irse al Atlético de Madrid, lo hizo llorar, y reveló que el entrenador ni siquiera lo dejó participar en los entrenamientos con sus por entonces compañeros.
"Fueron días de pasar llorando por la situación que me estaba tocando vivir", dijo Suárez a los medios oficiales de la selección uruguaya después de marcar en la victoria 2-1 del jueves contra Chile en un partido de clasificación para el Mundial.
"Obviamente, los mensajes del club que me buscaba una solución para cambiar de aire, no me los tomé muy bien por las formas en que se hicieron más que nada. Uno tiene que aceptar cuando cumple un ciclo", señaló el delantero charrúa.
Suárez se convirtió en el tercer máximo goleador de la historia del Barça con 198 goles en seis años en el club y ayudó al equipo a ganar cuatro títulos de la Liga, cuatro Copas del Rey y la Liga de Campeones de 2015, pero se vio obligado a irse cuando aún le faltaba un año para la finalización de su contrato.
Después de que el nuevo entrenador Ronald Koeman le dijera que no estaba en sus planes, Suárez fue excluido de la plantilla durante los tres partidos de pretemporada del equipo antes de acordar su traspaso al Atlético.
"Hay cosas que no se saben, pero ir a entrenar al Barcelona y que te manden a entrenar aparte porque no pertenecía a los 22 jugadores en un 11 contra 11...", dijo.
"Mi mujer era la que me veía triste, la que me veía cabizbajo y lo que quería era volver a verme reír y feliz en una cancha y me dejó tomar la decisión a mí y viendo la posibilidad del Atlético no lo dudé ni un momento".
Suárez marcó dos goles en el 6-1 del Atlético contra el Granada en su debut con los rojiblancos antes de dos frustrantes empates sin goles contra el Huesca y el Villarreal.
El delantero de 33 años dio una emotiva conferencia de prensa de despedida el día antes de fichar por el Atlético, mientras que Lionel Messi, su antiguo compañero de ataque, criticó el trato del club catalán al uruguayo.
"No me sorprendió (que me apoyase Messi) porque lo conozco demasiado, ya sabía el dolor que él sentía, como lo dijo y como lo dije yo. Las formas, el sentir que te estaban echando y eso es lo que más duele", continuó Suárez.
"No fueron buenas las formas y eso es lo que también a él le molestó. Yo no lo veo como Leo Messi, como lo ve todo el mundo, yo lo veo como un amigo, como un compañero, y él sabe lo que nosotros sufrimos, lo mal que lo hemos pasado en ese momento".