Ciudad de México. Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), comentó en conferencia de prensa que de acuerdo con cifras públicas del INEGI, durante el mes de septiembre se comercializó un total de 2,059 unidades al mayoreo, lo que significa una caída de 23.2% respecto al mismo mes del año pasado.
De manera similar las ventas acumuladas al mayoreo al mes de septiembre reflejaron una caída de 49.3%.
“La industria productora de vehículos pesados es un termómetro de la industria del transporte. Hoy las cifras de ventas indican que la recuperación del sector está lejos de concretarse. Por ello –dijo– resulta necesario enfocarse en las pequeñas y medianas empresas que han sido especialmente afectadas por la pandemia de COVID-19 y cuya situación que se ha agravado con la crisis económica”.
Referente a la producción de vehículos pesados, hubo un total de 13,523 unidades, que comparadas con las 16,942 fabricadas durante el mismo mes de 2019, representan un decrecimiento de 20.2% respecto al mismo mes de año pasado.
La producción acumulada de enero a septiembre alcanzó un total de 97,490 unidades que, comparadas con las 160,149 producidas durante el mismo periodo del año anterior, significan una caída de 39.1%.
“Hay que encender el motor del mercado interno para que la producción no dependa únicamente de las exportaciones,” enfatizó Elizalde.
Las exportaciones realizadas durante el mes de septiembre, tuvieron una caída de 15.6%, al registrar un total de 12,139 vehículos pesados, 2,239 unidades menos que las exportadas durante septiembre de 2019.
Las exportaciones acumuladas sumaron un total de 82,304 unidades, que comparadas con 133,597 exportadas durante el mismo periodo del año pasado representan una caída de 38.4%.
“Para fortalecer al sector transporte resultará crítico establecer medidas y recursos que respalden a las pequeñas y medianas empresas del autotransporte. Contar con recursos en el Presupuesto de 2021 para la renovación vehicular, generaría efectos inmediatos, contribuyendo a una recuperación económica transversal en todos los sectores y generando efectos positivos de largo aliento en medio ambiente y seguridad vial”, comentó Elizalde.
Ahí reiteró que se tienen que poner incentivos al alcance de las micro y pequeñas empresas, aumentar y mejorar los esquemas de financiamiento flexibles que ya se tienen a través de SCT con Nacional Financiera, así como regular la importación de vehículos chatarra.
Y que la inversión de cada peso en el autotransporte se multiplicará por siete. “Tomemos acciones para salvar empleos y potenciar el bienestar”, recalcó el representante ejecutivo.
Para finalizar, solicitó mejorar todos los trámites que están haciendo en la SCT, reconoció la labor del director de Salomón Elnecavé, pero pidió que el secretario y subsecretario de SCT volearan a ver a la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF) a mejorar la agilidad con la que se están dando los trámites.
“Recordemos que la línea de cadena del autotransporte se revienta en lo más delgado, en marzo, abril y mayo se reventó por la producción de autopartes y vehículos, luego no se habilitaban las distribuidoras y ahora son los trámites de SCT, el porcentaje de caída del mercado está ligado a la situación económica, pero si hay transportistas que están dejando de renovar porque se pueden tardar dos o tres meses en obtener sus placas. Hemos ofrecido apoyo a la SCT. Es un tema burocrático que se puede y debería resolver pronto”, concluyó.