Roma. El Vaticano está comprometido con “finanzas claras”, aseguró el papa Francisco el jueves a expertos europeos antilavado de dinero al reprobar las especulaciones financieras que surgen en medio de una pesquisa sobre corrupción en el corazón de la Santa Sede.
Es inusual que un jefe de Estado se reúna con integrantes del Moneyval, un comité de expertos antilavado de dinero del Consejo de Europa, que realizan visitas periódicas a los Estados miembro a fin de evaluar su cumplimiento de las normas internacionales para combatir el lavado de dinero y el financiamiento de grupos terroristas.
Pero en medio del escándalo financiero del Vaticano, que ha exhibido la ineptitud de la Santa Sede para invertir y administrar los donativos de los devotos, el papa recibió a una docena de integrantes del comité Moneyval en una audiencia privada en su biblioteca en el Palacio Apostólico.
Citando los esfuerzos de Jesús para expulsar a los “vendedores del templo”, Francisco elogió el trabajo de los evaluadores y las políticas que apuntan a “monitorear los movimientos de dinero y de intervenir en casos donde sean detectadas actividades irregulares o incluso criminales”.
“Las medidas que ustedes evalúan tienen el objetivo de promover una ‘finanza clara’, en la cual se evita que los vendedores especulen en ese templo sagrado que, de acuerdo con el plan de amor del Creador, es la humanidad”, señaló el líder católico.
El pontífice no mencionó el escándalo en su propio traspatio, pero no fue algo que no pasara por las mentes de los evaluadores dados los titulares de las últimas semanas y meses que han lanzado al Vaticano al caos.
El mes pasado, el papa Francisco despidió al número dos en la secretaría del Estado, el cardenal Angelo Becciu, después de revelaciones de que él destinó 100 mil euros (117 mil dólares) de los fondos de la Santa Sede a una organización de caridad controlada por su hermano. Becciu también recomendó que la conferencia de obispos italianos donara cerca de 300 mil euros al mismo fondo.