Ciudad de México. Entre febrero y junio, se estimó que la pobreza extrema por ingresos pasó de 22 millones de personas a 32 millones debido al confinamiento, indicó Héctor Nájera, investigador del Programa Universitario de Estudios de Desarrollo (PUED) de la UNAM.
Explicó que estos datos se obtuvieron a partir de los datos del Inegi y un modelo desarrollado por el PUED. Recordó que en 2018, el último dato de la medición de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) había 21 millones de personas que vivían en pobreza extrema, lo cual en febrero pasado llegó a 22 millones de personas. Durante la mesa redonda Pobreza alimentaria ¿el verdadero efecto de la pandemia en México?, indicó que después de junio se prevé una reducción de pobreza, pero no se sabe si a los niveles de febrero.
Antes de la contingencia sanitaria, 25 millones de mexicanos tenía carencia alimentaria y casi el 50 por ciento de la población carecía de una dieta balanceada, que incluya frutas y verduras, pero ahora el covid afectará los ingresos laborales y esto condiciona la compra de una dieta diversa, sostuvo José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Coneval.
Recordó que en la anterior medición de pobreza muldimensional, el 20 por ciento de la población, 25.5 millones de mexicanos, estaba en alguna situación de carencia alimentaria. Destacó que entre 2008 y 2018 el sur del país, Guerrero y Oaxaca, tenían más del 34 por ciento de población con carencia alimentaria.
Lina Pohl Alfaro, representante de la FAO en México, se refirió a que el hambre aumenta en el mundo desde hace cinco años, en 2019 había 690 millones de personas con hambre, 10 millones más que en 2018, en América Latina había 47,7 millones de personas en hambre, a fines de año habrá un aumento de 130 millones personas con hambre crónica en todo el mundo.
Destacó que la región de América Latina y el Caribe es la más cara para conseguir alimentos sanos y nutritivos, contrasta con ser la región más diversa, con más frutas y legumbres.