Mérida, Yuc. El fraccionamiento Las Américas -al norte de Mérida- figura como una de las zonas más afectadas por los embates del huracán Delta, que pese a no haber impactado de manera directa la capital yucateca, la dinámica urbana del complejo habitacional propició inundaciones hasta de 70 centímetros en calles y viviendas. Ante los hechos, vecinos ya orquestan una demanda colectiva en contra de la constructora.
El solo acto de ingresar a la unidad ya es una odisea. Sobre la calle 53 -el acceso principal- los vehículos transitan “a vuelta de rueda” y varios de ellos no resistieron los estragos de las precipitaciones causadas por el meteoro, su sistema eléctrico se humedeció; o sus escapes se llenaron de agua impidiendo que el motor expulse los gases propios de su combustión, por lo que requirieron ser trasladados en grúas.
A partir de la segunda etapa de Las Américas, las calles cerradas son cada vez mas comunes. A las puertas de sus casas, vecinos enardecidos llaman la atención a conductores que transitan con brusquedad, pues las “olas” que dejan a su paso incrementan los ya desastrosos niveles pluviales, es por eso que varios de ellos optaron por bloquear arterias o por lo menos colocar letreros de advertencia.
Además de agua, las calles de Las Américas rebosan de impotencia colectiva, de malas caras y -en algunos casos- de arrepentimiento. No son pocas las personas que no han terminado de pagar su patrimonio; y esta es la segunda vez en menos de un mes que la ineficacia del alcantarillado se hace evidente, hecho del que responsabilizan de manera directa a Grupo Sadasi, la constructora.
Al interior de las casas la situación se agrava. Con 70 centímetros de agua encima, cientos de colonos atestiguaron, incapaces de accionar, cómo Delta “barrió” con varias de sus pertenencias. Muebles, puertas, adornos y enseres de todo tipo quedaron sepultados bajo las aguas de la ventisca; y no menos apremiante, desconocen el estado de sus redes eléctricas, ya que desde ayer no cuentan con energía.
Tras los lamentables hechos, decenas de propietarios de camionetas pusieron sus vehículos a disposición de los vecinos imposibilitados de sacar sus vehículos. En ellas transportaron “lo que pudieron” y se trasladaron a lugares seguros para ellos y sus mascotas. La unidad Antinarcóticos de la Policía Estatal de Investigación (PEI) también montó un operativo con este fin.
Incautos, aunque no ajenos a la desgracia, algunos niños y niñas juegan -casi nadando- a las afueras de sus viviendas, mientras sus padres observan en la lejanía los trabajos de drenaje que las pipas realizan en las esquinas, a la espera de que pronto se regularice la situación y puedan pensar con claridad con respecto a las acciones que tomarán en los próximos días.
-Otras colonias afectadas-
Otras colonias de la capital yucateca también se vieron afectadas por las prolongadas lluvias que el huracán Delta provocó en la región, sobre todo después de la periferia, tal es el caso de Gran Santa Fe -en Ciudad Caucel-; y otras en su interior como la Emiliano Zapata Sur, San Camilo, San Antonio Kaua, Vergel y Paseo de las Fuentes.
Del mismo modo, el Centro Histórico de Mérida sufrió afectaciones, principalmente en los alrededores del mercado de San Benito, en donde se pudo observar esquinas prácticamente inundadas que dificultaban el paso de los transeúntes.
En contraste, la Plaza Grande y sus calles lucieron libres de encharcamientos, lo que benefició a varios comercios que ofrecieron servicio de manera habitual. A pesar de la falta de energía eléctrica, laboraron con la ayuda de generadores de energía.
Los vendedores ambulantes se volvieron a instalar en algunos puntos, locatarios del mercado Lucas de Gálvez levantaron sus cortinas y músicos callejeros también salieron a trabajar luego del paso del meteoro.