Wellington. La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció este lunes el levantamiento de las restricciones ordenadas en Auckland para frenar la segunda ola de la epidemia, y dijo que su país ha "vencido nuevamente al virus".
La primera ola de coronavirus fue contenida a finales de mayo mediante un confinamiento nacional. Y el archipiélago registró después 102 días sin contagios locales.
Pero en agosto se descubrió un nuevo foco en la ciudad más grande del país, lo que llevó a las autoridades a ordenar un nuevo confinamiento para el millón y medio de habitantes de Auckland, que duró tres semanas, hasta principios de septiembre.
Desde hace 12 días no se han registrado nuevos casos en la gran ciudad de la Isla Norte. Ardern dijo que la epidemia está bajo control y alabó a los habitantes que tuvieron que someterse a un nuevo confinamiento.
"Los habitantes de Auckland y los neozelandeses se han sometido a un plan que ha funcionado dos veces. Y han vencido al virus de nuevo", afirmó la dirigente laborista.
Un éxito muy oportuno para ella, puesto que los votantes están llamados a renovar el Parlamento el 17 de octubre. Ella parte como clara favorita para permanecer al frente del gobierno.
Ardern añadió que a partir del miércoles por la noche Auckland pasará al nivel 1 de alerta sanitaria, que es el que está en vigor en el resto del país.
Esto significa que ya no hay restricciones para las reuniones públicas.
Una de las consecuencias es que el segundo partido de prueba de rugby entre Nueva Zelanda y Australia, que cuenta para la Copa Bledisloe -competición anual entre los All Blacks y los Wallabies- se podrá disputar el 18 de octubre en el Eden Park de Auckland frente a un estadio abarrotado.
"Es una noticia positiva", afirmó la Federación de rugby de Nueva Zelanda en un comunicado. El primer partido de prueba tendrá lugar en Wellington el domingo.
El archipiélago del Pacífico Sur, que tiene cinco millones de habitantes, ha registrado solo 25 muertes por covid-19 y menos de 1.900 casos. El lunes había 40 casos activos de coronavirus.
Pero Ardern pidió seguir alertas y lamentó que se use menos la aplicación oficial de rastreo de covid-19 y el descenso en el número de tests.
"El regreso del virus no es lo único que nos preocupa, también hay un regreso de la indulgencia", dijo.