Ciudad de México. El Gobierno de la Ciudad de México detectó mayor porcentaje de letalidad por Covid-19 en la población hablante de una lengua indígena o que se reconoce como tal, debido a la precariedad socioeconómica en que vive.
El informe de la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes de la Ciudad de México hace referencia a dos grupos: los hablantes de lengua indígena y quienes se reconocen como indígenas.
Hasta el 27 de septiembre pasado, en el primer grupo se habían aplicado mil 143 pruebas para detectar coronavirus, de las cuales se confirmaron 455 casos positivos localizados principalmente en Iztapalapa, Tlalpan, Xochimilco, Gustavo A. Madero, Milpa Alta y Álvaro Obregón.
De esa cifra, se registraron 53 defunciones, esto es, una tasa de letalidad de 11.6 por ciento.
En el segundo grupo se detectaron 623 casos confirmados de personas que se reconocen como indígenas en las alcaldías Xochimilco, Milpa Alta, Tlalpan y Magdalena Contreras. Del total de casos positivos, fallecieron 60 personas, esto es, una tasa de letalidad por Covid-19 de 9.6 por ciento.
Ambos porcentajes contrastaron con la tasa de letalidad en personas no hablantes de una lengua indígena o que no se considera indígena, que es de 7.7 por ciento.
Desafortunadamente, por diversas causas asociadas con el tipo de ocupación, el empleo y las condiciones laborales, la población de pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes presenta un menor acceso efectivo a los servicios de salud; ello, por su baja afiliación a la seguridad social, lo cual representa mayor riesgo de ser excluida por la atención médica, tanto por Covid-19 como por otras morbilidades
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Aunado a ello, por la brecha digital que enfrentan las personas indígenas, particularmente las de mayor edad, y la falta de acceso a plataformas electrónicas, resulta más complicado que las personas indígenas puedan recibir atención médica oportuna, culturalmente pertinente y efectiva.
Ante esa situación, las autoridades brindaron apoyos económicos por más de 6 millones de pesos, así como seguros de desempleo, e incluso raciones de comida, donación y entrega de cubrebocas, sanitizaciones y labores de limpieza en las comunidades.
Ante los decesos de padres de familia, la dependencia también apoyó con la beca educativa Leona Vicario a 15 menores de comunidades indígenas que se quedaron huérfanos, así como a sus familiares.