Washington. Donal Trump, presidente de Estados Unidos, ha sorprendido a sus seguidores.
En la tarde de este domingo, el mandatario, de 74 años de edad, salió del hospital a saludarlos en una caravana.
Trump, que usó una mascarilla, saludó desde la parte trasera de un auto a sus simpatizantes, que sostenían carteles con el lema "Trump 2020".
En un video publicado en Twitter, el presidente había dicho que tenía una "pequeña sorpresa" para quienes estaban reunidos fuera del hospital.
El estado de salud del presidente mejora mientras es tratado por Covid-19 en un hospital militar, dijeron los médicos que lo atienden, que agregaron que podría volver a la Casa Blanca el lunes.
Los médicos informaron que le dieron oxígeno dos veces, el jueves y el viernes, y le han administrado dexametasona. El reporte médico del domingo llegó un día después de una serie de mensajes contradictorios de la Casa Blanca que causaron una gran confusión sobre el estado de salud del mandatario.
"El paciente sigue mejorando. Se ha mantenido sin fiebre desde el viernes por la mañana y sus signos vitales son estables", dijo el doctor Sean Dooley a periodistas en el Centro Médico Militar Walter Reed, donde el mandatario está siendo tratado desde el viernes.
El mandatario también está recibiendo un tratamiento experimental, REGN-COV2 de Regeneron, con zinc, Vitamina D, melatonina y aspirinas, de acuerdo a sus médicos.
El contagio de Trump ha dado un vuelco a la campaña electoral antes de las elecciones presidenciales de noviembre y ha puesto de relieve la gestión de la pandemia por parte del republicano, que va a la zaga de su rival demócrata Joe Biden en las encuestas de opinión.
Un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el domingo mostró que Biden habría ampliado su ventaja a 10 puntos porcentuales sobre Trump a nivel nacional, un poco más de lo que ha sido en los últimos dos meses. En tanto, alrededor del 65% de los estadounidenses dijeron que el mandatario probablemente no se habría infectado si se hubiera tomado el virus más seriamente.
Trump ha minimizado repetidamente la amenaza de la pandemia, incluso cuando ha causado la muerte de más de 208.000 estadounidenses y ha golpeado con dureza a la economía del país.
Confusión por el estado de salud
Las diferentes evaluaciones de la salud de Trump por parte de los responsables del gobierno no dejaron claro el sábado cuán enfermo estaba el presidente desde que dio positivo en la prueba del coronavirus el jueves por la noche.
Un equipo de médicos de la Casa Blanca dijo el sábado por la mañana que Trump estaba mejorando y que ya se estaba hablando de volver a la Casa Blanca.
En cuestión de minutos, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, dio una valoración menos optimista, diciendo: "Los signos vitales del presidente en las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en términos de su cuidado. No nos encontramos todavía en un camino claro hacia una recuperación completa".
Meadows, cuyos comentarios iniciales fueron realizados a condición de que no fuera identificado, alteró su tono horas más tarde, diciendo a Reuters que Trump lo estaba haciendo "muy bien" y que "los médicos están muy contentos con sus signos vitales".
Meadows no aclaró la discrepancia en sus comentarios. Un asesor de Trump que habló bajo condición de anonimato dijo que el presidente no estaba contento al enterarse de los comentarios iniciales de Meadows.
Funcionarios en Washington han descrito el traslado a Walter Reed como una medida de precaución y dijeron que Trump se quedaría varios días.
Sin embargo, en una entrevista con Fox News transmitida el sábado por la noche, Meadows reveló que el estado de salud de Trump el viernes era mucho peor de lo que los responsables habían hecho público, diciendo que los médicos recomendaron al presidente ir al hospital después de ver que tenía fiebre y su nivel de oxígeno en la sangre había bajado rápidamente.
El doctor de la Casa Blanca, Sean P. Conley, dijo el sábado a periodistas fuera del hospital que Trump no había tenido problemas para respirar, y que no se le había dado oxígeno en Walter Reed.
Conley declinó dar un calendario para la posible alta de Trump del hospital, y posteriormente tuvo que emitir un comunicado diciendo que se equivocó al parecer sugerir que Trump había sido diagnosticado del nuevo virus el miércoles.
En un comunicado remitido del sábado por la noche, Conley dijo que el presidente "aún no está fuera de peligro" pero que su equipo se mantenía cautelosamente optimista.
Con Trump fuera de la campaña indefinidamente, su equipo anunció la "Operación MAGA", basada en su eslogan "Make America Great Again", que contará con aliados de alto perfil incluyendo al vicepresidente Mike Pence y a los hijos mayores de Trump, Donald Jr. y Eric, tomando el control de la campaña en persona esta semana.
Pence, que dio negativo al virus, debatirá con la candidata demócrata a la vicepresidencia Kamala Harris el miércoles.
Biden, que evitó en gran medida las críticas directas a Trump durante un viaje de campaña a Michigan el viernes, adoptó un tono más agresivo el sábado al hablar con un sindicato de trabajadores del transporte, aunque le deseó lo mejor.
"Estoy en un pequeño aprieto, porque no quiero estar atacando al presidente y a la primera dama ahora", dijo Biden, y añadió que esperaba que Trump y su esposa Melania, que también está enferma, se recuperaran completamente.
Biden, sin embargo, se refirió rápidamente a la respuesta de Trump a la pandemia, calificándola de "intolerable" y criticando el comentario del presidente en una entrevista este verano boreal de que "es lo que es" cuando se le preguntó sobre el número de muertos.
Otros republicanos destacados también han dado positivo en pruebas de coronavirus desde el anuncio de Trump, incluyendo a los senadores republicanos Mike Lee, Thom Tillis y Ron Johnson, el ex consejero principal de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, y el ex gobernador de Nueva Jersey Chris Christie.