Ciudad de México. Durante el aislamiento, el compositor y guitarrista Alejandro Otaola pudo dar continuidad a su proyecto solista en Fractales II, el cual, definió,es como una película sonora, algo sui géneris
.
Otaola, músico de Santa Sabina y de Cuca, contó a La Jornada acerca del material instrumental que creó junto con 25 artistas invitados, el cual está disponible en la plataforma Bandcamp y será publicado en vinil en diciembre próximo, aunque desde ahora se puede adquirir con un precio especial de preventa.
“Está diseñado en dos apartados de 20 minutos cada uno; es música instrumental ininterrumpida de diversos estilos. Esto, porque los invitados aparecen como si fuera un cameo. Es, por ejemplo, como cuando sale Bill Murray en una película y uno dice ‘¡ese es Bill Murray!’, quien se ve en un solo fragmento y no vuelve a aparecer.”
Ésta misma, prosiguió Otaola, es la dinámica con que participan los invitados. Es una especie de fracturación en la narrativa, que la emparenta más con el cine que con la música que se ejecuta sobre un escenario; es un disco de laboratorio al que aplico soluciones similares a las de la música que he hecho para películas
.
Entre los artistas que colaboraron en este nuevo material figuran: Alfonso André, Alonso y Chema Arreola, Andrés Landon, Hernán Hecht, Luca Ortega & Natalia Pérez Turner, además de Aarón Flores, Fede Sánchez, Gustavo Nandayapa, Hans Mues, Ravish Momin, Abigail Vásquez y miembros de las bandas tapatías Cuca, Troker o Descartes a Kant, entre otros.
Participación en la película Selva trágica
El guitarrista continuó: “En realidad, no estaba en mis planes hacer un disco solista este año; todo lo desató el aislamiento. Me operaron de la columna en enero, pero en febrero tenía que terminar la música de la cinta Selva trágica, de Yulene Olaizola, que se estrenó hace unas semanas en Venecia, la cual fue hecha exclusivamente con sintetizadores”.
A medida que avanzó febrero, la pandemia se hizo presente. “En marzo tenía conectados todos los juguetes de mi estudio y pensé ‘voy a continuar haciendo música nueva como forma de terapia ocupacional’; luego de un tiempo me percaté de que tenía suficiente material para otro disco y que era una prolongación de ideas que había aplicado en Fractales, de 2007. Ahí tuve 35 invitados, pero nadie tocó una canción completa, sólo aparecían en una parte de ella”.
En esa ocasión, recordó Otaola, me reunía con los artistas, les mostraba el fragmento y en ese momento grababan algo. Ahora todo se hizo a distancia y cada quien grabó desde sus estudios en México, Estados Unidos, Chile o Japón
. Así, agregó, fueron creándose canciones como si fueran pequeños caleidoscopios, y de ahí el concepto fractal
.
En este tiempo, con los avances del material que fue publicando, se percató de que, aunque se puede tener presencia en redes sociales, no significa “que todos tus contactos se enteren de lo que publicas, lo cual me hizo entender que este filtro del algoritmo genera la falsa ilusión o sensación de que se está conectado con muchísimas personas; lo que definió el acercamiento con Bandcamp para lanzar el lado A, que es un solo track de 20 minutos.
En noviembre subiré el lado B y en diciembre aparecerá el formato físico en vinil. No pretendo gustarle a un chingo de personas, sino que a quien le guste, le guste un chingo.
Fractales II, puntualizó el músico, será mi recuerdo de 2020, pese a que ha sido un año durísimo para todos, prefiero recordarlo, a partir de la creatividad compartida y así sentir que es tiempo que la pandemia no me robó
.