Ciudad de México. A partir de la premisa de que no es necesario estar en un lugar para ser partícipe indirecto de la historia, el escritor Paco Ignacio Taibo II reivindicó el derecho de las actuales generaciones en México a asumirse como hijas del movimiento estudiantil de 1968.
“Para bien y para mal, tenemos que asumir que somos hijos del 68, aunque no debemos dejar de asumir que somos hijos de los errores" de la dirigencia, integrada en el Consejo Nacional de Huelga (CNH).
"Por ejemplo, recuerdo el horror cuando ciertos sesentayocheros nos aproximábamos a él y pedíamos que dejaran entrar a las asambleas a todos los que iban, y no lo permitían. Ese pinche nivel de sectarismo enfermizo era la contraesencia del 68. Éste buscaba la mayoría, que es la clave de la democracia, construir mayoría y no minoría amarrada”, señaló.
“Pero eso no quita que somos también hijos de los errores" del CNH y "mucho menos que debemos asumir que también todos Somos 132. Nuevamente, hay una belleza intrínseca en la rebelión de los hijos, ahora sí, de las clases medias privilegiadas, a partir de un dilema moral que destruye uno de los pilares del aparato priísta”.
A su decir, “experiencias, pueden gustar menos unas o más otras, pero asumimos el conjunto de la vivencia del movimiento de 68, con aciertos y errores, en términos de herencia sentimental y, por lo tanto, de herencia política. El cambio de una sociedad no sólo es justo y necesario, sino es moralmente indispensable”.
Taibo II participó en la mesa El 68 que no vivimos, efectuada la tarde-noche del viernes a instancia del Conjunto Cultural Los Pinos como parte de las conmemoraciones por el 52 aniversario de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco.
El acto reunió además al ex líder estudiantil Óscar Moreno Corzo, del desaparecido Consejo Estudiantil Universitario (CEU); la maestra en Estudios Latinoamericanos Fabiola Eunice Camacho y al pasante en Historia Ayamel Fernández, moderados por el director de la revista Tierra Adentro, Víctor Santana.
Autor del libro testimonial 68 (Planeta) --cuya hechura atribuye a la culpa por no haber estado en México aquel 2 de octubre y a un duelo personal que le durará toda la vida--, Taibo II resaltó que hay muchas cosas de ese pasaje histórico que no hay que olvidar, en principio los muertos, los detenidos, los perseguidos ni a los policías entrando a la Cruz Roja o a la Verde, pistola en mano, a rematar heridos, al considerar que ésa es la esencia del mal del sistema mexicano.
Sin embargo, señaló que igual de importante es mantener vivo en la memoria el nexo emocional de ese movimiento estudiantil y no negar a las siguientes generaciones el derecho a asumirse como parte de él.
“Ése es para mí un problema muy importante, transmitir el derecho de la herencia. O sea, decirle a los jóvenes que es tan memoria suya como mía, que no haberlo vivido no le quita continuidad. Si la historia es la creación de identidades, allí tiene su derecho absoluto a asumirse identitario con el 68”.