Las aplicaciones Solidaridad UNAM, App Coronavirus UNAM y PumaMóvil son algunas de las iniciativas en las que el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la Universidad Nacional Autónoma de México aprovecha la llamada “ciencia ciudadana”, es decir, datos aportados por la población para apoyar durante la pandemia.
Si bien en este momento las iniciativas son de utilidad para enfrentar la crisis sanitaria, también pueden aprovecharse en diversos tipos de situaciones como sucede en otras naciones.
Carlos Gershenson, investigador del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), precisó que el portal Solidaridad UNAM nació de una iniciativa para coordinar la demanda y oferta de distintos productos y servicios a partir del inicio de la pandemia.
Mediante el portal https://solidaridadunam.c3.unam.mx las personas que tienen despensas o productos de limpieza los ofrecen, y aquellos que los requieren los solicitan.
Durante la jornada “Acciones del C3 frente a la COVID-19”, Marco Antonio Rosas Pulido, también investigador de esta entidad, explicó que el sitio tiene el registro y datos del perfil del usuario para buscar ayuda en las colonias cercanas a su ubicación, lo que permite que la gente no salga de sus hogares.
“Nosotros somos una plataforma de enlace entre dos personas y hay muchas cosas que se ofrecen. Afortunadamente hemos tenido la participación de muchas personas, tanto para ofrecer como para pedir; inclusive hay quien ofrece latas o productos comestibles”, explicó Rosas Pulido.
#BoletínUNAM Varias aplicaciones digitales desarrolladas por el @C3UNAM han aprovechado la "ciencia ciudadana", a fin de apoyar durante la pandemia de #COVID19 > https://t.co/Auw24f5rf8#PontePumaPonte😷 pic.twitter.com/AJLWm42s7s
— UNAM (@UNAM_MX) October 2, 2020
Actualmente la página cuenta con categorías que facilitan su uso: sanitizantes, higiene, comestibles, cubrebocas o agua potable, por ejemplo, a fin de que el usuario encuentre lo que necesita. Tiene además la posibilidad de comunicarse con la persona que oferta los bienes o servicios.
Rosas Pulido dijo que el proyecto comenzó con los repartidores, pues es la gente que podía llevar la ayuda de un lado a otro y poco a poco se incrementó; el siguiente objetivo es apoyar la educación, pues aún en lugares como la Ciudad de México hay problemas por el acceso a equipos de cómputo, internet y energía eléctrica.
Ricardo A. Escamilla Santiago, de la Facultad de Medicina, detalló que la App Coronavirus UNAM se basa en el modelo de la historia natural de la enfermedad, el cual revisa padecimientos infecto-contagiosas, ordena los eventos, define acciones para proteger o recuperar la salud, el periodo de incubación, entre otros aspectos.
“La aplicación lo que pretende es aportar métricas que no están contempladas en los modelos para incrementar la precisión. Hemos visto que otros modelos han fallado, no porque sean malos, sino porque no contaban con la información adecuada para hacer mejores predicciones”, explicó Escamilla Santiago.
Mediante una encuesta que es respondida cada semana a través del sitio https://coronavirusapoyamexico.c3.unam.mx, los participantes aportan datos sobre movilidad, visitas a lugares con gran densidad de personas, uso de equipos de protección personal como cubrebocas, redes de contactos cercanos y comunitarios, así como seguimiento en el cambio de patrones, precisó.
Esto permitió que al menos mil 500 personas colaboraran al utilizar la aplicación y revelaran que la mayoría de los contactos de riesgo están en adultos jóvenes de 18 a 30 años de edad, y adultos de 31 a 59 años; que el número de contactos promedio aumentó en mayo, después se mantuvo estable.
Gershenson destacó que PumaMóvil recientemente fue beneficiada con el apoyo del programa Propulcity que buscaba propuestas innovadoras para mejorar la movilidad en la Ciudad de México.
“Hay muchos esfuerzos para promover el uso de la bicicleta no sólo para reducir el tráfico, las emisiones, mejorar la condición física de las personas, sino que en la nueva normalidad el riesgo de contagio en el transporte público es mucho mayor y no podemos desplazar en autos privados a toda la gente”, precisó.
El también investigador del IIMAS destacó que mientras más ciclistas haya en la capital mexicana se aprovechará mejor el espacio público, mejorará la salud y se reducirá la carga del sistema de salud, además de que se minimiza la posibilidad de transmisión de la Covid-19.