Desde la Plaza de las Tres Culturas, en Tlateloco, recordó que al llegar a la jefatura de gobierno “lo primero que hice fue decretar la desaparición del cuerpo de granaderos, porque no se puede usar las fuerzas de la Policía con el objeto de reprimir”.
“Estamos construyendo una fuerza del orden distinta, que tiene la obligación, porque esa es una obligación del estado y de los gobiernos, de proteger a las personas, pero el compromiso que hicimos de nunca utilizar a la Policía para reprimir, es un compromiso que sigue válido y que seguiremos construyendo durante toda nuestra vida”, expresó
Al concluir el izamiento de la bandera a media asta, en la que participó la escolta y banda de guerra de la Policía Auxiliar capitalina, Sheinbaum no pudo ocultar la molestia que le causó la colocación de vallas metálicas, color rojo, dispuestas en la plaza para dividir a los asistentes de la ceremonia con los miembros del presidum.
“Pedí hace un momento que se retiraran las rejas, nosotros no necesitamos rejas para separarnos de nadie y menos hoy, que lo que conmemoramos, lo que recordamos, lo que no se nos puede olvidar es un gobierno autoritario, que en vez de abrir las puertas para el diálogo tomó la decisión de reprimir y masacrar estudiantes en 1968 que luchaban por la libertad y por la democracia, por eso hoy 2 de octubre decimos y seguimos diciendo: 2 de octubre no se olvida”, dijo.
Acompañada de Félix Gamundi, sobreviviente del 2 de octubre, recordó que tenía 6 caños cuando ocurrió la masacre, además de que su madre como profesora del Instituto Politécnico Nacional participó en el movimiento estudiantil del 68.