A pesar del gran esfuerzo mundial por desarrollar una vacuna contra la Covid-19 aún hay grandes incertidumbres respecto a la eficacia que tendrán las vacunas que finalmente sean aprobadas y registradas, de acuerdo con investigadores integrantes de la Academia Mexicana de Ciencias.
Celia Mercedes Alpuche Aranda, del Centro de Investigación Sobre Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública, explicó este jueves que el desarrollo normal de una vacuna toma cerca de 15 años, pero que en este momento hay un gran empeño en conseguir una vacuna en un año y medio.
“Se están sobreponiendo las fases de ensayos clínicos, se están realizando los registros de manera adelantada con la esperanza de tener resultados en un año y medio”.
Explicó que de los 321 candidatos de vacunas en desarrollo que hay en el mundo, 41 están en fase de ensayos clínicos, y solo 10 están en ensayos clínicos de Fase III, es decir, en pruebas en miles de seres humanos.
Advirtió que la seguridad y eficacia de las vacunas todavía son cuestiones inciertas. Las vacunas que están en fase III -como la vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca que se fabricará en México y Argentina cuando esté lista- tienen en su mayoría sólida información preclínica sobre su seguridad, pero esta se refiere a un periodo corto de tiempo, lo que podría limitar la posibilidad de identificar reacciones adversas que se presentan a largo plazo o los efectos desfavorables poco frecuentes.
Hay incertidumbre, dijo, respecto a la magnitud de la eficacia que podrán tener las vacunas para proteger contra sintomática y grave, porque aún no se han terminado los ensayos fase III con ninguno de los candidatos; no se sabe aún cuál podría ser su eficacia en niños, mujeres embarazadas, adultos mayores o en personas inmunocomprometidas o con alguna comorbilidad.
Tampoco se sabe cuál sería su capacidad para inhibir la transmisión de la enfermedad. “Puede ser que las personas vacunadas se vuelvan asintomáticas, pero que todavía transmitan el coronavirus”, indicó.
También se ignora cuánto tiempo durará la inmunidad que se consiga con la vacunación.
“Estamos en una situación sin precedentes y hay que tomar decisiones en ausencia de una vacuna registrada y sin que se cuente con toda la información. Esto no quiere decir que no nos preparemos, en todo el mundo se está haciendo y, créanme, también en México se está haciendo a través de diferentes comités científicos invitados por la administración” federal.
Puntualizó que dada la demanda mundial, está claro que cuando una vacuna esté lista no habrá disponibilidad para toda la población. La estrategia de vacunación, dijo, tendrá que ser escalonada, y deberá reforzarse al máximo, para dar seguimiento a las personas vacunadas e indetificar cualquier reacción adversa, y para informar y dar confianza a la población.