Morelia, Mich. Diego Urik Melgoza, principal sospechoso del homicidio de la joven educadora Jessica González Villaseñor, fue detenido ayer en Morelia, informó el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Adrián López Solís, en su cuenta de Twitter.
Jessica desapareció el 21 de septiembre horas después de haber salido de su domicilio, en la capital del estado. Cuatro días más tarde fue hallada muerta en la zona boscosa de la tenencia de Jesús del Monte, en Morelia. La necropsia reveló que recibió un fuerte golpe en la cabeza.
La mañana del miércoles, en un acto cívico en la capital michoacana, la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ofreció a las autoridades estatales y municipales todo el apoyo de la dependencia federal para dar con el responsable del asesinato.
En su discurso en la ceremonia del 255 aniversario del natalicio de José María Morelos, repudió el crimen y dijo: Debe terminar este ambiente de violencia machista en el país, que genera agresiones y muerte a las mujeres
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La funcionaria federal reconoció que los ciudadanos exigen respuestas de todos los ámbitos de gobierno. Debe ser una prioridad garantizar el acceso a la procuración e impartición de justicia porque la sociedad demanda acción pronta, decidida y contundente
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López Solís indicó que está en curso el procedimiento para poner a Diego Urik a disposición de un juez de control. El joven de 18 años fue la última persona que vio con vida a Jessica.
El día de la desaparición de la educadora, él huyó de su domicilio. Se supo que mandó lavar minuciosamente su vehículo la noche del 21 de septiembre. En los primeros días de la investigación se hablaba de otra persona involucrada en el homicidio, pero no se volvió a insistir.
También circuló la versión de que Diego Urik forma parte de una familia del municipio de Lázaro Cárdenas que ha participado en política desde hace décadas.
Según las autoridades, desde el 21 de septiembre, cuando Jessica fue vista por última vez, el principal sospechoso estuvo en Morelia.
El martes la FGE ofreció un millón de pesos a quien diera informes del sospechoso, ante la presión de la familia, amigos, feministas y colectivos que se manifestaron en Morelia y otras ciudades de Michoacán para, primero, exigir la presentación con vida de la educadora, y después del 25 de septiembre, para demandar justicia. Miles respaldaron la demanda en las redes sociales.
La noche del lunes, el Instituto Nacional de Migración emitió una alerta, a solicitud de la Unidad de Asistencia Jurídica Internacional y Extradiciones de la FGE y de la oficina de enlace de la Interpol México, además de advertir que Diego podría intentar salir del país.