Ciudad de México. Ante el incremento de cercas y tapeales en el Centro Histórico, decenas de locatarios y pequeños comerciantes establecidos de la zona lanzaron un “grito de auxilio” a las autoridades capitalinas para que el cierre de comercios y empresas, “no sea la primera y a veces la única, medida de acción para la atención de conflictos y emergencias, sin haberse agotado todas las demás acciones que la autoridad pueden disponer”.
Al mismo tiempo pidieron a los grupos de manifestantes “detengan las agresiones y violencia con la que han actuado”.
En el marco del respeto a los derechos humanos, “nos manifestamos a favor de la libertad de expresión, tránsito y comercio”, empero se manifestaron en contra “de los grupos e individuos que promueven la violencia y las agresiones que tanto daño está haciendo a la sociedad”, dijeron en conferencia de prensa tras pedir a Frena actuar con responsabilidad ante la crisis sanitaria y su convocatoria a una nueva “mega marcha” convocada para el 3 de octubre .
En ese contexto pidieron a las autoridades les permitan abrir los domingos en el formato de pares y nones, asimismo se les permita una hora más de trabajo y los comercios cierren 7:30 en lugar de 6:30, los restaurantes cierren a las 12 y los bancos los abran a las 9 de la mañana.
señalaron que ahora que comenzaron a levantarse las restricciones para el Centro Histórico, “la otra pandemia –la de las marchas, plantones, protestas y cercos policiacos–, están impidiendo la reactivación económica del Primer Cuadro, generado pérdidas que ya rebasan los 100 millones de pesos durante las últimas tres semanas para los negocios que han quedado dentro de la zona cercada”.
“Somos dueños y encargados de negocios que representamos alrededor de 600 giros mercantiles, entre los que se encuentran: centros joyeros, tiendas de ropa, ópticas, restaurantes, fondas, negocios de comida rápida, hoteles, telefonía celular, computadoras, casas de empeño, ópticas, bisutería, tiendas de ropa, artículos fotográficos, papelerías, librerías, artículos de belleza, entre los principales, los cuales nos ubicamos en las calles de Plaza de la Constitución-Monte de Piedad, Palma, Tacuba, 16 de Septiembre, 5 de Mayo y por supuesto calle Madero”, señalaron en conferencia de prensa en el restaurante “Distrito Urbano” donde en medio de protestas y gritos manifestaron su desesperación por estar a punto de la quiebra, por que sus hijos están teniendo que dejar sus escuelas, y no alcanzar ya sus ingresos para la manutención de sus familias el pago a sus trabajadores, señalaron “Hemos visto que, mientras las actividades mercantiles se van regularizando en casi todas las zonas y plazas comerciales de la capital, el llamado Primer Cuadro sigue muy afectado, ahora por los retenes y cercos metálicos con los que se restringe la movilidad de los ciudadanos que acuden al centro en búsqueda de algún producto”, sellaron varios locatarios que ocuparon el presidio.
“Para nuestros comercios, las pérdidas y afectaciones no se limitan a las últimas 3 semanas. Primero, durante los meses de marzo, abril y mayo, casi el 90 por ciento de establecimientos de esta zona tuvo que cerrar –sin ningún apoyo fiscal o económico–, cuando los giros fueron declarados “no esenciales” ante la emergencia sanitaria”.
Luego, durante los meses de junio, julio y agosto, se prolongaron las fechas de apertura y se aplicó un programa especial que turnaba; un día sí y otro no, la actividad mercantil de nuestros establecimientos, bajo revisiones muy estrictas por parte de las autoridades, agregaron.
Encabezados por Gerardo Cleto López Becerra, Representante de la asociación ConComercioPequeño destacaron la importancia que tiene el pequeño comercio y la mediana empresa, “porque además de proveer productos y servicios que requiere la sociedad, es fuente de ingreso para miles de trabajadores, canal de distribución de los productos de las grades empresas y la base de la economía nacional”.
Siendo tan importante el pequeño comercio y las empresas familiares, no debe tomarse el cierre de comercios y empresas, como primera –y a veces única-, medida de acción para la atención de conflictos y emergencias, sin haberse agotado todas las demás acciones que la autoridad pueden disponer.
Pidieron que en el nuevo paquete de medidas económicas se atiendan las necesidades que tiene el pequeño comercio y las empresas familiares.
“Los negocios requieren financiamiento y los trabajadores apoyo para mantener su salario”.
