Señaló que la necesidad de que el IMSS regrese a sus orígenes para ser el prestador directo de los servicios y así dar marcha atrás a las pequeñas privatizaciones en áreas sustantivas, quedó en evidencia con la pandemia de Covid-19. El sector privado no tuvo la carga más grande de trabajo durante la emergencia sanitaria, sostuvo.

Ayer, el funcionario encabezó la presentación del proyecto de presupuesto del IMSS para 2021, el cual prevé tener ingresos por 937 mil 27 millones de pesos, lo que equivale a un incremento en términos reales de 5.6 por ciento. Los egresos ascenderán a 901 mil 687 millones de pesos, es decir, un aumento de 5.7 por ciento respecto de lo ejercido en 2020.

César Rojas Flores, encargado de la Dirección Normativa de Finanzas, explicó que del total de egresos, 414 mil 608 millones de pesos se destinarán al pago de pensiones. De éstas, 108 mil 280 millones corresponden al régimen de jubilaciones y pensiones de los trabajadores del IMSS. Los montos representan un incremento de 17.4 por ciento anual.

Antes, se realizó la ceremonia donde el IMSS recibió el reconocimiento de competencia de buen trato por el Programa Sonreír, Escuchar y Responder (SER), el cual dio inicio en 2016.

A la fecha, más de 370 mil trabajadores han participado en 16 mil cursos como parte de las acciones para mejorar la calidad de la atención que se otorga a los derechohabientes. El IMSS también se incorporó como entidad de certificación y evaluación de competencias del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (Conocer).

Respecto del proyecto de presupuesto de 2021, Flores Rojas ratificó que la viabilidad financiera del IMSS está garantizada hasta 2034. Esto se explica por la evaluación a valor presente de los seguros y cuotas, así como las proyecciones de gastos y los intereses generados por las reservas financieras.

Mencionó que si bien el Seguro de Enfermedades y Maternidad presenta un déficit por el equivalente a 9 por ciento del producto interno bruto (PIB), hay otros seguros, como el de Riesgos de Trabajo, que es superavitario en 2.5 por ciento del PIB. El balance entre todos los seguros y que los ingresos sean mayores a los gastos da la viabilidad a 2034.

Por su parte, el director Zoé Robledo comentó que desde el año pasado se discutió en la asamblea general del IMSS la necesidad de rencontrar el rumbo para que el organismo forme parte de la política nacional de salud y retomar su papel como garante de los derechos sociales de la población.

Esto incluye la revisión de los contratos de servicios con particulares, sobre todo si se trata de cuestiones esenciales. No compartimos ese modelo de disminuir a toda costa lo público y ampliar lo privado, precisó.