Londres. El gigante petrolero angloholandés Royal Dutch Shell anunció este miércoles que tenía previsto suprimir entre 7 mil y 9 mil empleos en el marco de un amplio plan de restructuración para reducir costos ante la caída de la demanda y de los precios del petróleo.
Estos vastos recortes representan alrededor de 10 por ciento de sus efectivos, de unas 83 mil personas en todo el mundo.
Unas mil 500 personas dejaron ya al grupo de manera voluntaria, y el resto de salidas, cuyo número exacto todavía tiene que concretarse, tendrá lugar de aquí a 2022.
En total, esta reorganización debería permitir a Shell ahorrar entre 2 mil y 2 mil 500 millones de dólares por año (1 dólar = 0.85 euro).
Shell dice que también prevé un cargo por depreciación tras impuestos de entre mil y mil 500 millones de dólares en su balance del tercer trimestre.
El grupo sigue los pasos de su gran competidor BP, que ya ha anunciado recortes de 10 mil empleos.
Al publicar una pérdida abismal de 18 mil 100 millones de dólares en el segundo trimestre, Shell indicó que sus costos serían reducidos en miles de millones y que son de esperar recortes de empleos.
El director general, Ben van Beurden, señaló este miércoles en una entrevista publicada en la web de Shell que ante el impacto de la pandemia, el grupo actuó "rápidamente", en particular reduciendo los dividendos, pero que "la reducción de costos es esencial. Debemos ser competitivos", con una organización más "ágil" y ajustándonos el cinturón.
"Creemos que (...) en varias partes tenemos demasiados grados jerárquicos", indicó, dejando entender que los ejecutivos de nivel medio serán los más afectados.
"También estamos mirando los otros costos como viajes o el recurso a proveedores de servicios. También estamos estudiando posibilidades como el trabajo a distancia (...) Pero una gran parte de nuestro ahorro será consecuencia de la reducción de nuestra plantilla", afirmó Van Beurden.