Ciudad de México. Por décadas, la tradición en México ha sido para las firmas desarrolladoras edificar conjunto habitacionales con materiales de mala calidad y mal ubicados que a los pocos años se vuelven en zonas fantasmas. No así para Vinte, empresa que ha procurado no solo cimentar con cemento, grava y varilla. Por el contrario, su objetivo, edificar desarrollos inmobiliarios integrales con un gran aporte social a través de su fundación para generar áreas altamente aptas para el desarrollo integral de sus moradores. En pocas palabras, organizar de manera armónica su tejido social.
Así lo expone Carlos Cadena Ortiz, presidente de la Fundación Vinte, quien explica “que Vinte nació en el 2018 como resultado de una acción que la Fundación sabe hacer muy bien, que es la promoción comunitaria y el tejido social. Vinte es una compañía mexicana que desarrolla vivienda en nuestro país desde hace ya 16 años con un enfoque social muy particular. El enfoque no es nada más construir casas y un desarrollo grande, sino construir una comunidad donde las familias puedan desplegarse de forma positiva”, dice Cadena.
Con esa idea, agrega. “¿Cómo compartimos nuestra receta secreta al mundo en la arena de las fundaciones? Hay muchos modelos muy exitosos y tienes que escoger realmente para lo que eres muy bueno. Y diría: Vinte tuvo una discusión muy larga de que es lo que vamos a hacer, que es lo que le podemos regresar a nuestro país y que pocas organizaciones saben hacer como nosotros. E identificamos ahí al tejido social”, revela el también socio fundador de la empresa.
Y establece: “Y bueno es algo que hemos hecho. Hemos hecho más de 40 mil casas en estos 16 años en donde las familias conviven de manera muy positiva, progresiva y sana. Vemos los beneficios de esto. En los desarrollos que hemos hecho y entregado pasan los años y lejos de verse desgastados la organización que hacemos dentro de las comunidades hace que los vecinos tomen el control absoluto de los desarrollos, y hemos regresado después de años, y el desarrollo está mejor de cómo lo dejamos”.
Cadena Ortiz, afirma que construir tejido sociales es todo un reto. “Porque hay que ver cómo integrar comunidades. Hay que ver como sembrar interés, despertar el interés de familias, de niños, de gente de todas las edades y de cómo integrarlos a participar en la comunidad”, reflexiona.
Entonces, señala, “la Fundación se formó con el objetivo de influir positivamente en comunidades y de municipios donde tenemos nosotros conjuntos urbanos. En primer lugar interviniendo en espacios públicos que están abandonados y deteriorados. Por ejemplo, nosotros, con el apoyo de los gobiernos municipales les pedimos: ‘oye porque no nos deja trabajar en un espacio que este abandonado’. Ahí entramos, pero no nada más a construir un espacio digamos que con tabiques y pintura, sino a encontrar actividades que puedan ser centro de convivencia y punto de coincidencia de decenas de familias”, destaca Cadena.
Hace alusión a la dinámica social. “A nosotros nos entregan o nos dan oportunidad de incluir en un terreno que está abandonado y comenzamos la intervención. Pero lo realmente difícil es que nos metemos a la comunidad a construir, por ejemplo, un patronato local, una pequeña liga de futbol, un club de ajedrez, de tejido para las señoras, o actividades que finalmente reúnen gente que hagan un punto de coincidencia o interés”, resalta.
Concluye que lo que la Fundación Vinte quiere hacer, “es provocar a las comunidades de forma positiva y de forma activa. Volver a integrarlos de forma distinta, de forma más constructiva, de forma más armónica. Esto para que vayamos construyendo un vecindario mejor, y que creemos, que va a ser un cambio estructural del país”, finaliza Cadena.
Cabe señalar que este proyecto integral de tejido social, se ha comprobado en entidades como el Estado de México, Hidalgo y Quintana Roo.