Buenos Aires. La Corte Suprema de Justicia de Argentina decidió este martes frenar el reemplazo de jueces que llevaban varias causas contra la vicepresidenta Cristina Fernández, al aceptar un recurso per saltum que presentaron los magistrados Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli, y que fueron trasladados en forma ilegal y anticonstitucional por el pasado gobierno del derechista Mauricio Macri, sin acuerdo del Senado.
El fallo fue adoptado después que grupos de opositores rodearon la casa de uno de los magistrados en forma amenazante y en medio de una campaña calificada como “sediciosa” contra la administración del presidente Alberto Fernández.
Durante el gobierno de Macri (2015-2019) cada juez que actuaba en forma independiente era perseguido, amenazado de sometido a juicio político o defenestrado, en forma también ilegal. Los tres jueces en cuestión seguidores de Macri, fueron puestos por el ex presidente en juzgados federales, para asegurarse fallos a su favor, cuando estaban ocupando otros cargos.
El Senado dispuso recientemente que los tres jueces volvieran a ocupar sus cargos anteriores, mientras se iban resolviendo otras ilegalidades de lo que se llamó “la mesa judicial macrista”. La resolución de la Corte se tomó hasta “que se decida la cuestión de fondo”.
El presidente del Supremo Tribunal Carlos RosenKranft fue nombrado por decreto por Macri, junto a otro de sus hombres de confianza el juez Horacio Rossati, en enero de 2016, lo que provocó una fuerte reacción en el país de todos los sectores políticos y debió aceptar Macri que los nombramientos fueran ratificados por el Congreso. Con esto Macri se aseguraba una Corte “manejable” como sucedió.
En estos momentos cuando se han producido hechos graves como la huelga policial reciente, y un grupo de policías de la provincia de Buenos Aires rodearon la residencia presidencial, en una acción considerada como “sediciosa” que fue rechazada tanto por el oficialismo y la oposición no macrista, este es un hecho grave. Hace tres días en Rafaela, provincia de Santa Fe, opositores de Juntos por el Cambio rodearon con automóviles la casa del juez de la Suprema, Ricardo Lorenzetti, ex presidente de la misma, lo que se consideró como una amenaza.
También hubo protestas ante los tribunales de esta capital en demanda de que se frenara el retorno de los jueces a sus juzgados de origen. La presidenta del partido macrista Propuesta Republicana , la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrichu dijo que su partido era el único que aseguraba la permanencia de estos magistrados en la Corte porque “nosotros tenemos la llave de la justicia”..
Por su parte, el presidente Alberto Fernández se solidarizó con Lorenzetti calificando como vil el escrache y comparándolo con las acciones del fascismo, de los nazis. También se solidarizó con Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados “que vivió lo mismo en su casa”y con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner que sufre en forma permanente los escraches en su departamento. Consideró que estas acciones y las amenazas a distintos funcionarios “no tiene nada que ver con la democracia (…) Tal vez podamos llamarnos a la cordura. No todo es disputa política. En el medio hay argentinos que sufren (..) esta democracia nos costó 30 mil vidas. Vamos a cuidarla", sostuvo el mandatario.
Todas las instancias y las cámaras por donde transcurrió la solicitud de los tres jueces que habían sido trasladados violando las normas , habían considerado que estos debían violver a los cargos que tenían antes de los traslados como lo dispuso el Senado hace cuatro días.
Lo que es evidente que la decisión fue tomada luego de la amenazante actividad frenta a la casa de un magistrado “y en medio de fuertes presiones del macrismo y de medios hegemónicos ya que además esta decisión se da sobre un para que el fiel un recurso que se considera reservado a circunstancias de gravedad extraordinarias”.