Cuernavaca, Mor. Integrantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) protestaron frente al palacio estatal para exigirle al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo la asignación de obras públicas de manera urgente, ya que aseguraron que la pandemia de Covid-19 y la crisis económica que provocó mantiene a 89 empresas constructoras morelenses sin proyectos y mil 500 trabajadores sin empleo.
La manifestación fue a las 10 de la mañana y concluyó una hora después. Conforme fueron llegando, los trabajadores a la explanada del zócalo se colocaron con sana distancia hasta ocupar casi la cuarta parte de la plaza.
José Ignacio Domínguez Antúnez, presidente de la CMIC de Morelos, fue el encargado de leer un comunicado mediante el cual recordaron que desde mayo pasado han solicitado una audiencia con el mandatario estatal, quien hasta la fecha no los ha atendido.
“El día de hoy nos reunimos en el primer cuadro del estado de Morelos, con la intención de exhortar al señor gobernador, Cuauhtémoc Blanco Bravo a iniciar el diálogo directo con las constructoras, miembros de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, y en conjunto generar iniciativas y acciones para trabajar por la reactivación económica de nuestro estado a través de la obra pública.
“Los empresarios morelenses estamos convencidos que solo través del diálogo, podremos manifestarle nuestra preocupación por la crisis económica que vive el estado de Morelos en todos los sectores. No podemos seguir siendo ignorados”, dijo Domínguez Antúnez.
De las 113 empresas constructoras morelenses que integran la CMIC, según su dirigente, al menos 89 están sin trabajo desde hace seis meses.
“Que nos den trabajo, que nos permitan participar en la reactivación económica del estado. Morelos, según los indicadores del INEGI, está en último lugar en valor de producción, es decir en facturación, no hay trabajo. Sólo queremos trabajar, que nos den obra para hacerlo, que queremos ayudar a generar empleos para ayudar a las familias morelenses y así sí se reactive la economía en la entidad”, aseguró.
Señaló que como consecuencia hay mil 500 trabajadores directos sin empleo, y muchos más indirectos, porque “al realizar una obra se adquieren insumos, los trabajadores consumen comida en los restaurantes o pequeños comercios cercanos a las obras, lo que mejora la economía de la ciudad y el estado”.
Al no haber obtenido una audiencia, los inconformes advirtieron que seguirán realizando protestas hasta conseguir ser escuchados y obtene obras para las constructoras morelenses.