Ciudad de México. Dirigentes de asociaciones de cadenas de tiendas comerciales, hoteles y restaurantes prevén que las ventas en sus diferentes sectores, de los más afectados por la pandemia de Covid-19, regresarán a niveles previos a la crisis en 2022, mientras que la economía en general lo hará hasta 2024.
En conferencia virtual Vicente Yáñez, presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), resaltó que la pandemia ha dado un golpe brutal al país, por lo que es importante buscar la mejor manera de reactivar la economía, siempre cuidando la salud de la población.
“Urge una recuperación económica. El costo en la economía ha sido enorme, sobre todo en los empleos perdidos”, apuntó el representante del sector.
Según datos de la Antad, durante abril las ventas de las tiendas departamentales se desplomaron 70 por ciento, mientras que las de autoservicios aumentaron “de manera considerable” debido a que ante el confinamiento la población hizo compras anticipadas.
No obstante, durante los últimos dos meses las cadenas departamentales se han ido recuperando y las de autoservicio ya sólo crecen a 4 por ciento, nivel por debajo de 20 por ciento que aumentaban su ventas antes de la pandemia.
Por su parte, Francisco Mijares Noriega, presidente de la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR), destacó que hasta el momento han cerrado definitivamente alrededor de 90 mil establecimientos, y de continuar la tendencia se cerrará el año con 120 mil restaurantes en quiebra.
Destacó que si se toma en cuenta que en el país existen alrededor de 600 mil establecimientos, el impacto de la pandemia se ha llevado 20 por ciento.
Asimismo, señaló que actualmente las ventas de los restauranteros promedian una disminución de 60 por ciento, las pérdidas económicas ascienden a 100 mil millones de pesos y se han esfumado 200 mil empleos en el sector, que a finales de año pueden aumentar a 300 mil.
En tanto, la Asociación Nacional de Cadenas Hoteleras (ANCH) destacó que las ventas de los hoteles en México llegaron a caer hasta 90 por ciento, y aunque aún no hay datos exactos de cuántos hoteles han tenido que cerrar ante la crisis sanitaria y económica, la cifra es considerable.